Es increíble como una frase, a la vez idéntica, puede ser tan diferente...
Tu me dices “te quiero”, de corazón y sinceramente, y este simple par de palabras se me clava en medio del alma y me roe la existencia..... Tu me quieres como quieres a tus amigos, a tus hermanos, lo que sientes hacia mi es un cariño fraternal, mientras yo me muero por dentro de pasión pensando en tus labios.... e idéntica frase sale de mi boca sin emitir sonido “te quiero”, como una muda confesión pecaminosa y celestial, rozando apenas los cabellos de tu nuca y sin llegar a tus oídos ni el más leve murmullo.
Mientras yo soy tu amiga, tu eres mi vida, tu eres quien me llena los vacíos, que me apaga las angustias y me acorta la razón..

Iguales palabras, disímil sonido.... mientras unas forman una suave melodía inundada de cariño, la otra es un ahogado suspiro cargado de dolor..
Si supieras cuanto me angustia el saber que nunca nos querremos de igual forma, que nunca sentiré hacia ti un simple cariño de amigas, y que jamás me amarás como yo te amo a ti; y seguiremos juntas nuestros caminos, unidas, pero separadas por una barrera edificada por nuestros corazones que no llegan a consenso.