mientras canto algo desaparece en mi voz
cierto espesor de luna se desprende
cayendo en las orillas ávidas del arenal caliente
donde cabalgan las apariciones nocturnas
con su furor colérico
y los hambrientos ríos de la sangre se calientan
guardando la pasión al borde del abismo

sin embargo es la vida rumoreando
en el desierto de los reyes
sus ferrocarriles fluviales

en cuanto a mí
estoy por despedirme pero ¿adónde iré?

yo me acomodo como puedo en este
tren cargado de lágrimas




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