Habiendo roto los espejos, la cámara fotográfica y el reflejo de mi piel Atraviesa mi cabeza la vida es cruel por qué no habría de serlo la muerte Me torturo liberandome de mi belleza recuerdo de mejores épocas; y abandono la altanería.
Texto agregado el 25-11-2006, y leído por 73 visitantes. (0 votos)