Nos íbamos a ver por vez primera después de casi tres meses de tenernos en una distáncia a la mitad...yo sentía algo más que mariposas en la barriga y tu,posiblemente,tambores en el corazón.
Me esperabas en una terminal de aeropuerto...creyendo que aquel libro podría manipular tu tiempo...
Mi viaje...ausencia de estar suspendida en el aire...cerrando los ojos para llegarte en breve.
Al salir a la superfície...tomando aire para contener los nervios...rodeé el espacio inmenso para buscarte...y no estabas...y el corazón se empezó a rebelar con ese ritmo constante que marca los miedos.
Abandoné mi maleta al suelo...y me quedé clavada de espaldas a tu mirada...corrimos al encuentro ajenas al resto del mundo...y en ese abrazo de intensidad suprema,concentramos muchos días de ausencia obligada..y un beso tímido rompió de lleno una utopía harto conocida.
El cansancio,los nervios y la espera....atropellaban las palabras,enredaban los gestos,escondían las miradas...éramos,prácticamente,dos desconocidas...aunque no tanto.
Caímos rendidas sobre la cama de aquella pensión cochambrosa...lo único decente que pudimos encontrar para empezar el principio...nos era bastante igual..pensamos que llegadas hasta allí poco importaba la manera.
Y nos sentíamos como se sienten dos extrañas...desde formas irregulares,torpes....Nos miramos por segundos..buscamos la complicidad de dos amantes que estaban vueltos de todo...y como por arte de encantamiento o,por una anhelada serenidad...ciertas caricias envolventes,pequeños círculos metafísicos tomaron la alternativa a una manera de amarse resabida...Besos pacientes,respiraciones armónicas,caricias sincronizadas,girones de sábanas en aritmética simetría,movimientos perfectamente estudiados,formas conexas....y un estallido final te dió la bienvenida a mi vida...y luego,yo a la tuya.