Procuras mi sueño, puedo verlo aunque no diga nada,
estas ahora y desde hace tanto a la sombra de mi andar,
y por más que no pueda estar siempre contigo, sabes,
que esas pequeñas cosas se quedarán para siempre, en los dos.
El frío es la llave, los dedos entrelazados en el sueño esquivo,
duermo como un niño ahora solo, siento la distancia entre los ojos,
la piel resiente el tiempo, las lluvias se han marchado.
Es tiempo de volar acaso, como siempre se acercan
nuevos aires de cambio en estos días que ya terminan,
la contemplación llegará a su fin y las manos mas lejos,
no harán otra cosa que despedirse, es la ley del giro y el tiempo.
Me cuidas a la distancia y así será siempre, porque cuando llegues,
me marcharé nuevamente a seguir vagando sin que me alcances,
felicidad efímera que me muestras tus ojos brevemente. |