Tus labios dejan escapar aquellas palabras, tan suaves y perfectas. La describes con tanta
emoción que me conmueve, la manera en que los verbos bailan con aquel sujeto vestido de
informalidad y secillez me estremece. Te emocionas al nombrarla y vas resaltando sus virtudes como si te encontraras en cada una de ellas, haciendo un adjetivo de cada mania suya. Y yo, simplemente callo.
Y ves como se alejan los fantasmas que te creaste para no verla, para alejarla cada día más de tu futuro mediato, pero no puedes luchar contra lo inevitable y lo inevitable es ella, ese amor que se esconde tras su nombre y que ahora empiezas a nombrar. Y yo? Yo querido, solo callo.
Ya te has ido y no te has dado cuenta, esa corriente de energía a trapasado tu cuerpo
dejándote vencido ante ese amor irremediable y ya no puedes luchar, es cuando tu alma empieza a nombrarla, a invocarla, a recordarla, y cada detalle esparcido en el cielo es una punzada en mis latidos, la sangre empieza a correr entre mi alma y voy desvaneciendome ante tus ojos, pero yo..yo solo callo.
Hace mucho que abandoné tu isla, que fui muriendo en tus recuerdos, voy formando parte de aquello que llamas pasado y que algún dia olvidarás. Es cuando me pregunto, si alguna vez dejaste escapar mi nombre al viento, si inventaste una manera de llamarme mientras no estaba, si buscaste el adjetivo perfecto para dibujarme, si alguna vez creiste perfecto a este ser tan imperfecto.
Me miras y sonries y tus labios vuelven a nombrarla, mis preguntas se diluyen en tus ojos,
en esa manera tan tierna que tienes de matarme, de alejarme. Y yo? Yo solo callo querido, yo solo callo
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