Un día de septiembre.
Preguntas ¿Que me pasa?
Nada pasa, solo soledad. Y esta se aferra a cualquier madero que flote y prometa algo.
En nuestro caso, promete salvación, nos aferramos a el con ilusión, es eso...o es nada.
Pedías que detalle mis espacios y te cuento...
Tengo un jardín colmado de amapolas, que bañan con sus colores el arco iris de la mañana.
Los lirios en estado salvaje brillan con luz propia.
Azaleas, malvones, brincos, rosas, pensamientos, jazmines en flor.
Pinos redondetes, altos, tan verdes como la esperanza misma, al costado de mi visión, una cascada,
derramando favores al viento con la refrescante lluvia improvisada, originada por la brisa que la
penetra.
Y aromas. A verde, a soles, a tardes de primavera, a besos, a alondras, a huertos, a hierbas frescas oprimidas
por los pesos que se recuestan en su mullido follaje, a vestidos sueltos, a cuerpos frescos.
Te imaginaras donde me encuentro?
Sí, aquí, en mi living, ante un monitor de 17' y frente
a la ventana de 3 x 2, que da a un pequeño jardín con flores y un rosal, con mi vaso mas que medio
lleno, y aunque los segundos del día no me sean favorables, apuesto.
Y mi vaso sigue más que medio lleno a pesar que la linea central de nivel, diga otra cosa.
Te mando un abrazo.
.Y realmente me pone feliz el hecho de que te hayas fijado en mi por unas
simples letras que supieron transmitir algo, no se que, pero algo que definió tu valentía y por tal
motivo me escribiste.
¿Yo? Soy como soy, ni más ni menos.
Soy simplemente yo, la que necesita un buen hombre para amar y no perderse en el pensamiento
alocado de la vida.
Seguramente me encontraras en alguna confitería, esperando la mano que me prepare el té.
Seguramente nos miraremos y en ese segundo sabremos muchas cosas, y batallaran sueños
y ganas. Los deseos de que sean realidad se mezclaran con el momento a vivir y así seguiremos
nuestras vidas, siempre, con el vaso mas que medio lleno.
Gracias Marcelo. (Ojala te llames así. De esa manera firmaste tu carta.)
Latidos ® 17-09-06
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