He aquí comienza la severa historia de un pájaro, que poseía alas. Pero aún era pichón.
Así fue como en un día de lluvia, dos seres humanos, tiraron piedras para su nido.
Su madre, aún no estaba en su nicho, fue entonces cuando él cayó.
Los ñiños provenientes de una casa de 2 ambientes, eran bastante insensatos, irónicos y chorros por herencia.
Tanta era la ambivalencia que poseían , que por cualquier cosa se la agarraban con la fauna, con la flora, menos con el culpable, su padre.
Aquel granjero que había condenado a sus hijos a una vida con una madrastra, y con trabajo infantil.
¿Qué podía esperarse de ellos con un padre como ese?.
Así , continuando, los ñiños, Jacinto y Mauro, se acercaron al pájarito, aquel pequeño, ya enceguecido , yacía en el suelo, soportando toda el agua sobre él.
Quería volar, su naturaleza le dictaba eso. Sin embargo Jacinto y Mauro (no muy convencido), lo agarraron de las alas y lo machucaron con un martillo de trabajo. Pesado , así aplastaron su humilde cabecita, aquella con oportunidades de sanarse. Las cuales ya no tenían Jacinto y Mauro.
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