En este espacio mio,
entre piedra y espalda,
me atrevo
a susurrar la melodía,
solo cuando naufrago
en la furia de las olas,
yo tan fragil en mi esencia,
cargo el acero ambiguo
de espadas maldecidas,
por antiguas leyendas.
En este espacio mio,
las horas se diluyen,
caen pesadamente
y el sonido del viento
las asusta,
la noche entonces llega,
en este espacio mio,
las palabras revolotean
siniestramente,
ajenas,
condenadas,
asesinas.
Entre piedra y espalda,
me atrevo,
a evocar un recuerdo
que agoniza,
en este espacio mio...
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