Ensordeces como el viento
cuando navegas en mi mente,
tripulante incesante y terco
es tu recuerdo latente…
Que hace brillar la luz de tus besos,
que abandono, y presumo no quererlos…
Que hace deslumbrar tu amor en mi alma
como el sol de verano en la mañana.
Y es entonces,
cuando tu recuerdo pasa por mi mente…
Cuando recojo las tibias caricias
que dejaste olvidadas
en la superficie de mi piel,
las tomo para dejar en claro que seria
un desprecio indecente
decirte que ya no me interesa,
- ni tu recuerdo, ni tus besos, y tus caricias-…
Es presumir e inquirir que te he olvidado
Cuando navegas en mi mente…
Por tal motivo concebí con amargura
el triste olvido de tu recuerdo….
Impajaritable es desdeñar
el dolor del alma, escondido,
cuando reduje al mínimo
el blando sentir de tu ausencia,
Por ello,
hoy sobrevivo a la infalible
desgracia de no tenerte,
de solo poder recordarte
Y dejo entre extraños parajes,
el insulso esmero de verte,
al desviar mis pensamientos, punsantes,
Que anhelan abrazarte…
Cuando navegas en mi mente…
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