Cuesta cada vez mas trabajo abrir la puerta; hay que hacerlo con cuidado para que no se desplome todo; sería fatal, no puedo garantizar que ocurriría... cualquiera sabe.
Ya estoy dentro, encender la luz no es posible porque ya han llegado hasta la altura del interruptor, quizás podría apartarlas pero tan solo pensarlo me da nauseas...no quiero tocarlas, es repugnante.
Avanzo por el recibidor en penumbra, aun entra algo de luz por la ventana; al menos hay paso hacia la salita que se encuentra junto a la entrada; cada vez es mas estrecho...avanzan todos los días. Tengo que pasar entre ellas de lado, levantando las piernas para posicionarme en los pocos espacios que aun no han invadido.
Hasta aquí no es demasiado complicado; me subo a las estanterías modulares y me dejo caer con cuidado ante el acceso a la cocina, hay un palmo libre, lo justo para apoyar un solo pié, cuestión de equilibrio.
La cocina ofrece un aspecto desolador; ya llegan a la altura del fregadero...doy un brinco hasta la mesa; desde la mesa salto hasta engancharme al frigorífico; de ahí... con una pirueta y dejándome caer hacia atrás...me agarro al extractor y por fin estoy sobre la encimera. El siguiente es un paso arriesgado...desde aquí, debo lanzarme hasta asirme a la parte superior de la puerta, pero por la falta de ángulo, debo rectificar mi trayectoria..., cosa que consigo dándome impulso en la ventana del lavadero en pleno salto ... Ya estoy colgado de la puerta que da al pasillo, debo balancearme... y vuelvo a saltar hasta el punto exacto del suelo que esta aun limpio de ellas, Antes podía entrar directamente por el pasillo, pero la parte que da al recibidor esta invadida hasta el techo. A partir de aqui ya es fácil...apoyando un pie y las manos en cada una de las paredes del estrecho corredor me elevo lo suficiente para pasar tranquilamente por encima de ellas durante los cuatro metros que restan hasta mi habitación...; adelante y atrás... asido al quicio de la puerta....un, dos, tres.....”hop”, perfecto, lo he conseguido, ya estoy dentro y gracias a Dios, hasta aquí no han llegado de momento.
Antes de dormirme pienso en mis cosas; debo cambiar de piso...o pedirle a alguien que me baje la basura..
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