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Inicio / Cuenteros Locales / trotski / Espejismo hacia la nada (3ªparte)

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El reloj marcaba la una y media de la madrugada. Estaba por fin en casa, a salvo de toda la mierda que rodea las calles de Madrid.

Elías musitaba entre los labios una vieja canción de Los Secretos que se le había fijado a la mente durante su estancia en aquel pub de la plaza de Santa Ana. Lucía, una ex novia de su época de universitario, había vuelto a la ciudad después de varios años viviendo en León. Según su versión de los hechos acaecidos en aquella legio VII romana, se casó, aspiró a tener hijos, busco la felicidad y, finalmente, intentó cerrar los ojos cuando encontró a su marido comiéndole el coño a una fulana en su lecho conyugal. Toda una experiencia de vida, desde luego.

Después de un par de años, sólo e incomunicado de toda relación humana, fuera del ámbito del trabajo, por fin lograba entablar una conversación con alguien. No importaba tanto el quién sino el cómo, aunque mirándolo objetivamente, una mujer cuarentona y separada no era la compañía más deseada para un semi-anacoreta, pues bien es sabido que la hembra humana es insufrible cuando llega a cierta edad y no tiene la compañía de varón alguno. No obstante, el macho humano sigue unos parámetros similares al de la hembra, añadiéndose a los anteriores, el morbo por la carne virginal y, en algunos casos, la búsqueda de ciertas prácticas sadomasoquistas.

Lucía, a pesar de todo, tampoco llegaba a representar claramente esa evolución estándar que sufren las mujeres al divorciarse de sus maridos. El pelo corto y las gafas rectangulares le proferían una cierta apariencia de bollera mística con ciertos matices de progresismo pseudo socialista; la camiseta a rayas, ancha pero dejando entrever que sus pechos aún no se habían sometido a la ley newtoniana, se compenetraba perfectamente con esos vaqueros ya desgastados y las zapatillas, al buen estilo londines, Converse. Profesionalmente no le había ido demasiado mal. Terminada su licenciatura en psicología, marchó hacia Barcelona a especializarse en criminología y, posteriormente, aprobó unas oposiciones con las que logró entrar en el cuerpo nacional de policía donde conoció al que acabaría desposándola. Desde una perspectiva fría y racional, su empleo como policía era harto agradable para cualquier ser humano: caminar por la calle y que todos los civiles te respeten, gracias a tu bendita pistola, es algo que muchos no pueden decir. En cambio, el uso que le daba su esposo a su pistola era bien distinto al que ella podía esperar, a diferencia de él, que bien podía pensar que su arma debía estar siempre bien guardada entre las piernas de alguna mujer. Poco después, Lucía exigió un cambio de destino a su superior más inmediato. Madrid volvería a ver sus pasos.

Las conversaciones tras años de distancia nunca son agradables. Elías, sin duda, lo detestaba. A pesar de ello, volvió a aceptar una segunda cita. No importaba mucho el tema que tratasen. Seguramente continuarían conversando sobre sus vidas y el pasado en común. Algo con lo que matar el tiempo, mientras se encaminaban hacia el fin de sus vidas.

No se miró mucho en el espejo antes de salir de casa. En un principio le surgió la idea de ponerse la corbata que sus padres le regalaron el pasado cumpleaños, sin embargo la idea duró poco. Unas gotas de colonia barata y una camisa de Zara entonarían a la perfección con el lugar al que iban; nada del otro mundo; un italiano de barrio que si bien trataba de tener un encanto aburguesado, lo perdía todo cuando se te acercaba un camarero con la camisa mal abrochada o cuando la visualización de la carta de vinos radicaba en la visualización de tan sólo tres malditos tipos de vino.

- Bonita camisa- dijo Lucía sentándose frente a la mesa - se nota que aún sabes vestir con encanto.
- Es una baratija. No merece la pena vestirse bien para venir a un sitio como este.
- También se nota que mantienes esa brusquedad ante cualquier situación. ¿Qué te pasa? No sabes que el respeto a una dama es inamovible- rió, irónica, en busca de un cambio de actitud de Elías-.
- Tú no eres, precisamente, lo que se llama una dama. Además, qué cojones importa la amabilidad cuando se es sincero.
- A ti nunca te ha importado nada. Eres un jodido amargado. Siempre lo has sido. Incluso cuando éramos novios. Te vitoreabas antes los compañeros de la facultad cuando explicabas tus estúpidas teorías filosóficas, creyéndote superior a cualquiera, dejándome en evidencia a la mínima de cambio. Sigues siendo el mismo engreído de siempre pero con menos pelo.
- ¿Cómo?-soltó una carcajada- interesante teoría la tuya. ¿Cuántos años han pasado desde que acabamos la carrera? ¿diez?, ¿quince?- reía sarcásticamente- Todavía me vienes con rencores de hace más de una década. Pero, ¿quién te has creído? Después de tantos años sin saber de ti, vienes y me llamas por teléfono para que nos veamos. Me cuentas que tu marido te ha dejado por un chocho más joven e intentas que te consuele y con suerte te lleve a mi casa y te folle toda la noche para así saciar tu sed de sexo. Tan sólo eres una puta solitaria que necesita una polla que llevarse a la boca. Así que no me vengas con tonterías sobre si yo soy o dejo de ser de una forma u otra. Mírate al espejo y verás que no eres mucho mejor que yo.

El camarero, cercano a la mesa, agudizaba el oído para así descubrir de qué hablaban y ver si era factible el acercarse a esa mesa que zozobraba de resentimientos.

- Tráigame un Martini con lima- alzó la voz Lucía-.
- Otro para mí también
- Así que era eso, ¿no? Eso es lo que pensabas que intentaba hacer. Quedar contigo y después echar un polvo de una noche y ya está. ¡Eres increíble! Parece que no me hayas conocido. Nunca he buscado eso en nadie. Siempre he sido afable contigo y tú… tú siempre igual de desagradable. ¿No te das cuenta? Todavía te quiero. Aún pienso en ti.
- ¿En mí?- intentó buscar la sonrisa pero no la encontró- Mira, perdona. No te debí hablar en ese tono. Ha pasado mucho tiempo, no tengo muchos amigos…
- No tienes ninguno, Elías.
- Vale, ninguno- la duda o quién sabe el que, acechaban a Elías. Hacia tiempo que nadie le atacaba de tal forma. Siempre duro ante cualquier situación y ahora una mujer le desmoronaba su gran castillo de palillos. Ella podía haberse pasado toda la noche insultándole, arremetiendo contra él y ningún palillo se habría ni siquiera tambaleado pero esto era distinto. La puñalada que le había asestado no era nada que pudiera haber esperado-.
- ¿No dices nada? Te has quedado mudo…
- Perdona, será mejor que me vaya. Llámame, hablaremos otro día. Ahora…tengo cosas que hacer. Adiós.













Texto agregado el 23-11-2006, y leído por 232 visitantes. (21 votos)


Lectores Opinan
11-12-2006 espero que continue pronto, vas por buen camino***** eslavida
29-11-2006 Lucidez, buen estilo, tensión... ¡vale la pena leerte! Iwan-al-Tarsh
27-11-2006 Genial tio, me encantan tus comparaciones, la descripcion de la chica esta realmente bien, se consigue visualizarla. no te pongo un 5, te pongo un 10 ilargibeltza
26-11-2006 Intenso,me gustaron tus diálogos, son pura realidad plasmada en el papel.Un beso marta_25
26-11-2006 Excelente relato, con personajes y situaciones que poseen vida propia e intensa, 5* saludos. monsegnor
25-11-2006 ESTE RELATO ME GUSTO ;:)++++++ GEHENA
25-11-2006 Me gustan mucho tus descripciones, tanto de lugares como de los personajes. El tono de la narración también me engancha. m_a_g_d_a2000
25-11-2006 Buenos dialogos. adelante. ***** eidanios
24-11-2006 Mi hermano lo imprimo para leerlo este fin de semana ,hasta vuelta de camino pancholinjr
24-11-2006 Imagino que viene el cuarto, describis muy bien a todos los personajes lesu
24-11-2006 Visión trasnochada y poetizada de Madrid ; con los protagonistas y sus desesperanzas 5* carmelovaliente
24-11-2006 Me gusta tu estilo narrativo ;en este caso , se percibe la fuerza de la trama y la personalidad bien definida de los actores...***** duqueuviedo
24-11-2006 No sé qué decirte. Lo he leído un par de veces. Un cuento plantea un conflicto y el planteo de la historia fue bastante pronlongado y la resolución fuera de balance. Me pareció éso: Un narración desbalanceada. No estoy seguro de llamarlo cuento. Noto demasiado desarrollo de los personajes y una trama endeble. Te repito, sentí una falta de equilibrio. Mis saludos, pasé como lo pediste. Un abrazo amigo y fuerzas y tezón. Me gustá tu estilo narrativo. Sin votos. Eduardo. JEF
24-11-2006 Es una lectura ágil, amena, es un retazo de algoque que sigue, con muy buenpronòstico. fàcil, te doctora
23-11-2006 Bueno, bueno, se me ha ido la lectura rápidamente, pues escribes con mucha precisión y estilo, te repito tu riqueza está en la descripción. meci
23-11-2006 está muy interesante, me sorprende lo bien que llevas los diálogos, cosa que para mi es casi imposible :( espero que pronto esté la próxima entrega ;) Soy_Naixem
23-11-2006 Bueno, bueno, a ver, esto es excecional, porque se siente como, una puesta en escenario, como un diálogo muy al día de hoy, como si tuvíese la tele puesta, como si oyése al vecino en el pud de Madrid, mientras tomo una copa. En definitiva, muy expontáneo, interesante y en especial, muy cercano al lector. Mis estrellas para tí ***** luciernagasonambula
23-11-2006 Hola compadre. Dificil opinar todavía inconclusa la obra. No obstante me parece de un nivel de relato superlativo. casi cinematográfico con lo poco que se del tema. Eso sí, unas cuantas peliculas españolas (de allí sos No?) me hacen entrar rápidamente en el ambiente pesado de la Europa gris y para nada turística. Hay sexo contenido, sexo sucio, dolores y penares que parece que conocés a tu corta edad. Hay noche y mucho otro cine (Rita sabe de esto en el consultorio de Elias) No encuentro conexión, todavía, entre las partes, habrá que seguir. Buena pieza, algunos clisés de novela negra, que vamos a hacer, pero el pronóstico es prometedor. Quiero saber que pasa con lorena y Elias, que hay en el interior del terapeuta que se exita solo mirando llover. Adelante. abulorio
23-11-2006 Muy bueno. Me gustó mucho los diálogos. Totalmente reales y creibles. Felicidades.*****. Un saludo de una jaenera. currilla
23-11-2006 Interesante. Creíble, sin concesiones. Me ha gustado. Sophie
23-11-2006 De ágil lectura, sobre personajes que parecerían historias reales. Mis ***** y felicitaciones. Quedo a la espera del 4º capítulo. chilicote
23-11-2006 Un relato donde el narrador omnisciente nos muestra cuadros reales desde la perspectiva de sus protagonistas. Muy bien logrado. Me ha gustado mucho ***** SorGalim
23-11-2006 Muy bueno con una temática interesante, de lectura ágil y bien narrado!!****** terref
23-11-2006 excelnte.excelente*****pablo melenas
23-11-2006 Un reencuentro en la vida muy bien narrado. No te apartas ni un ápice de la realidad. Mis votos. CAIRN
23-11-2006 Coincido con el comentario anterior a este, de Tico, creo que se produce un cambio en su actitud a partir de lo dicho por ella, como para esperar un epílogo. rferesin
23-11-2006 Amigo trotsky, me gustó mucho tu cuento, la narración es agil y rápida, y los complejos de quienes llegan a esa difícil edad perfectamente concebidos. Felicidades. marxtuein
23-11-2006 a mí este relato me ha parecido realísimo en la realidad española que conozco, hasta los personajes son super reales, seguro que él en el fondo la quiere aunque su orgullo de español no lo quiera reconocer ojú cramberria
23-11-2006 Yo Tambien quiero la siguiente cita. Me encato este encuentro y los personajes con ese tinte particular. Muy Bueno!***** consuelo09
23-11-2006 Excelente cuento. El hombre rudo, grosero, el que jamás se tambalearía por los insultos, se desplomó con una sola caricia de Lucía: ""Todavía te quiero. Aún pienso en ti."" Fue suficiente. No en vano ella es psicóloga. Conoce muy bien la reacción de los hombres, especialmente del machista engreído y agresivo. Lo supo dominar. Te felicito. Muy bueno. 5* ____________ Tico
23-11-2006 El relato está bien planteado, pero si desea ser un cuento ha de tener la impronta de una situación única, repito, única, que se desarrolla. En el verdadero cuento no pueden haber desvíos hacia otros temas que no sean los que inplica la única situación. El lenguaje es claro y no crea enigmas. Pudieras dejar que el lector cree por sí mismo el tema. Pero está bien. 3 estrellas. Alejo Ricki
23-11-2006 Un cambio muy inesperado se perfila en la historia. Mis felicitaciones. mifune
23-11-2006 Hummmm!!!! y la proxima parte? jajaja quiero leerla. diablitalalita
23-11-2006 Indesicion masculina antes la franqueza femenina, que buena esta historia, espero la proxima parte, te dejo 5* y un beso. Debbie
 
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