Sientes que la vida,
Se escapa de tus manos,
Ya vacías de antemano.
De las ilusiones que las inundaron,
En el pasado.


Un pasado no muy lejano
Que se fueron anidando,
En ese rincón lleno de polvo,
Que guarda lo olvidado…

Lo que tu mente no quiere retener,
Pero no es capaz de hacer desaparecer,
De los suburbios del inconciente,
Que se activa de manera inminente…

¿Quién no ha pasado?
Que alguna palabra, algún gesto, un abrazo,
Le hace rememorar momentos;
Que ya creía en el pasado
Y ese sentimiento de tristeza, angustia, alegría,
Vuelve a dejarlo con el corazón en la mano.
Y hace que te preguntes
¿Qué otros recuerdos? Tú cabeza a anulado.


La vida se te escapa
Entre las manos,
Ya vacías de antemano,
De las esperanzas…
Que algún día las llenaron.
Y en ese rincón lleno de polvo,
Se conserva intacto,
Un baúl de recuerdos,
Que permanecen en el más severo recato.

Tienes miedo de todo el daño,
Que pueden causar,
Simples imágenes elegidas
Al azar…

Al azar de tu alma,
De tu esencia,
Bruta o delicada,
Suave o teñida
De las asperezas,
De la existencia.

Imágenes que evocan ese momento,
Que sentiste el desierto,
O el bosque infinito;
Del júbilo candente,
Del orgasmo incandescente,
De la desolación indecente,
De la depresión indolente,
.
Sientes que la vida,
Se te va de las manos
Ya vacías de antemano,
Huye de la infinita oscuridad,
De la desoladora soledad,
Que inunda el interior
Del alma casi muerta…
Que agoniza en el bendito silencio.

Que le entrega la paz,
Que no le es posible hallar,
Entre medio de la gente,
Que pasa sin parar.

Sientes que la vida se te escapa
Entre las manos arrugadas,
Por las lágrimas derramadas,
Que intentaba ocultar;
Y solo consiguió evidenciar,
La espantosa oscuridad,
Los gritos que desgarraban.
La garganta agrietada
En el intento de contener
Los alaridos que pugnaban por escapar…

La vida se escapo
De tus manos…
Ya no hay nada que hacer
Se fue al baúl de recuerdos,
En el rincón lleno de polvo,
Que atesora tu mente…
Que es la coraza…
Que te hace ocultar a la gente
Que eres un muerto viviente.