Subió el volumen a todo lo que daba, y le pareció oirlos gritar. Sabia que no era cierto, que eso no era cierto. No lo era. No lo es Le hubira gustado que asi fuera. Que gritaran por ella. Alguna vez Ese día, por ella Alguna vez Y la muñeca de trapo se dejo caer.
Texto agregado el 23-11-2006, y leído por 85 visitantes. (1 voto)