Esa mañana cuando entré a la oficina y escuché a mis compañeros decir: hoy se suspenden todas las actividades... pues,... se cayó el sistema.
Mi alegría fue indescriptible. Yo lo sabía. Era cuestión de tiempo. El capitalismo tenía los días contados. De inmediato levanté el puño izquierdo y empecé a entonar La Internacional.
Eso sí, debo reconocer, siempre fui un poco exagerado para mis cosas.
Texto agregado el 21-11-2006, y leído por 487
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Lectores Opinan
03-09-2007
!Arriba los pobres del mundo... tralara!... Te entiendo. edurne
28-08-2007
jajajaaj.
Espero que eso no fue un motivo de despido, espero, pero si fuera en el otro sistema ya estubieras mas que preso. alegreincer
20-08-2007
jajaj muy curioso! cuando trabaje en la agencia de viajes todos los dias rezaba para que se cayera el sistema hasta que un dia se cayo..y realmente fue uno de los dias mas felices de mi vida... mil estrellas varda