Soy escritor, estaba completamente decepcionado y en vista de mi cobardía decidí llamarlos, no creo en nada, y tal vez eso en su momento me facilitó las cosas. No pude imaginar los limites de esa decisión . Desgraciadamente la tristeza mas profunda es la mas rápida en desaparecer, y sin mas me entraron ganas de seguir. Seguir escribiendo, seguir amando, y por que no, seguir odiando. El lápiz en la mano me recordó que mis días ya estaban contados, o tal vez eso creía yo. Si, tal vez en mi delirio imagine todo, pues no imagine posible algo semejante. Con mucha alegría como no había sentido nunca inicie escribiendo, y no supe por que, termine escribiendo esto. Ahora, justo ahora, creo saberlo, o por lo menos el efecto del veneno que inunda de sangre mi boca, me hace creer, que esto no fue mas que un testimonio de un hombre, no, mejor aun, de un suicida, que no quiere morir.
|