El reloj Cédeme tiempo imperturbable reloj del cual soy preso. Avanza raudo revistiendo de arena al desolado. No se detiene ni estando estéril en lo pequeño. Pasa la vida con solo un segundo de tiempo muerto. ¿Para que quiero? Tic-tac-tic-tac-tic-tac-tic Si no hay tiempo. Joan Bosch © 20/11/06
Texto agregado el 20-11-2006, y leído por 122 visitantes. (4 votos)