Recordar el olvido
Añorar lo inexistente
Vivir lo no hecho
Soñar con lo existente
Jugar solo a la luz del sol
Que no quema, que enfría tu mente.
Esperar la lluvia,
Que se ha convertido en tu compañera
De pesares, de recuerdos, de olvido.
Que calienta tus noches vacías,
Que te hace sentir con vida.

La esencia de tu ser se va perdiendo
Se acumulan las lágrimas
En tu rostro ya muerto
Falleció el pensamiento
La ilusión se va desvaneciéndo
Desesperación creciendo
Como un niño descalzo
Dejado al viento

Madre hipócrita,
Gritas de pesar
Madre dulce,
¿Dónde estas?
Te fuiste con las esperanzas
La crueldad te gano la partida
Que infructuosamente intentaste luchar.

Madre hipócrita
Deja ya de gritar
Que no escucho tu supuesto pesar
Cuando lloras, un niño van a sepultar
Eres como esas viejas
Que lloran en el funeral
Y por detrás
Calumnian al fallecido
Sin piedad.

Madre dulce
No te rindas
Ven a darme tu consuelo
Deja de un rincón estar
Necesito un abrazo fraternal
Que me haga resucitar
Y sentir que la vida
Aun da para más

Que no he muerto
Que mi corazón sigue sintiendo
Y no solo latiendo
Como una maquina vacía
Sin conciencia de mí
Sin sentir.

Que el sol vuelva a calentar,
Que la lluvia no me haga sentir su pesar
Que el olvido vuelva a su lugar
Que la ilusión vuelva a gobernar
Que lo sueños sigan su andar
Que la vida vuelva a dar muestras de pensar
Que no vuelva a estar jugando solo, jamás.

Que mi rostro ya no este muerto
Que fallezca el dolor
Que muera la desesperación,
Que no me deje llevar
Más por la desolación
Que atrofia mi cuerpo
Que quema mis entrañas
Que simplemente vuelva
A sentir mí esencia
Que comience de nuevo a habitar
Este cadáver inerte
Que juega con la muerte.