Antes de empezar, he de aclarar que el presente escrito es posible gracias a las continuas anotaciones que hago sobre lo que me va ocurriendo y todo lo que voy haciendo a lo largo del día; de otro modo, seguramente no me acordaría de nada. Incluso ni me acuerdo para que hago esas anotaciones; a veces miro mi agenda y me pregunto porque siempre la llevo conmigo...; en cuanto empiezo a leer, caigo en la cuenta de lo que me ocurre; pero también he pensado que si esta agenda fuese de otro...no estaría yo intentando recordar las cosas que otro había hecho?...
No creo que nadie se vuelva loco de golpe, así sin mas, pero a partir del momento donde empieza mi agenda, me di cuenta de que mi actividad mental no discurría por derroteros que puedan llamarse normales.
No me ocurre con todo; tengo una vaga idea normalmente de lo que hago en este mundo; olvido cosas, pero no son todas, aunque como las olvido; tampoco se si son muchas o pocas; porque seguramente muchas veces olvido también anotarlas en mi agenda.
Además: a veces, recuerdo mi infancia, quienes eran mis padres y mis años de colegio y del instituto; incluso sé donde vivo y hasta donde trabajo, cuando me acuerdo de ir a trabajar, claro.
Seguramente me acuerdo a veces si estoy casado; pero ahora no; la verdad es que ahora recuerdo tan poco... Se hacia donde iba por la dirección que llevan estas escaleras mecánicas; voy hacia arriba; ya es algo, se que estoy subiendo. Esto parece un aeropuerto, el caso es que se perfectamente lo que es un aeropuerto, pero no tengo ni idea de que hago en este aeropuerto.
Una señora mayor con un uniforme azul y un carrito con escobas se acerca a mi; la miro sonriente, no vaya a ser... mi suegra, por ejemplo; pero no; le llama la atención mi inmovilidad al final de la escalera; me pregunta si me ocurre algo.
Será mejor que lo deje señora...le respondo; esta enfermo?, ella insiste...No, déjelo, estoy mareado del viaje...le mentí.
La señora me deja por imposible cuando no le respondo a otras dos o tres preguntas y se aleja....va refunfuñando algo. Ha debido pensar que estoy loco y seguramente tiene razón.
Decido tomar el mismo camino; al fin y al cabo, la señora es la única persona presente, de momento, en mis recuerdos.
Siento un enorme vacío; debe ser normal; mi cerebro está completamente desocupado; podría pensar algo, pero en que pienso si no me acuerdo de nada?.
La ropa que llevo me suena, eso es buena señal; a lo mejor estoy a punto de recuperar la memoria; pero Diosss, esos zapatos,,,como puedo llevar yo esos zapatos tan horribles?
La señora de antes, mi único recuerdo, se ha perdido entre la gente; me zarandean unos y otros al pasar, creo que me voy a quitar de en medio, estoy justo en el paso hacia las escaleras.
Por mas que me esfuerzo no logro recordar absolutamente nada, miro a la gente que se aleja, van cargados de maletas; los envidio; seguramente todos saben donde van y lo que llevan en sus maletas; yo no se ni que llevo en los bolsillos; me asalta una duda; yo vengo o voy?; acabo de llegar a mi ciudad o vengo a otra ciudad que no es la mía?....tengo yo maletas?; si tengo que coger un avión...hacia donde voy; si acabo de dejar uno....de donde vengo?
Rebuscando en mi cartera encuentro mi documentación, mis tarjetas, ¡coño¡, cuantas tengo...llevo dinero también, al menos podré coger un hotel si estoy en otra ciudad...o si estoy en la mía; porque sé donde vivo, pero no recuerdo el nombre de una calle. Ni de un barrio; nada. En mi documentación hay un nombre, una calle, una ciudad; estaré en ella?...Estoy seguro de reconocerla si la veo, se que en la nevera guardo una botella de licor de manzana; se donde suelo dejar el mando a distancia de la TV, pero como voy a llegar?. Compruebo en la superficie brillante de una columna de aluminio que soy el de la foto; no hay duda.
De pronto me he sentido solo; en mi cartera no tengo fotos de una mujer, ni de niños...no conozco a nadie. Me he puesto a buscar en mi cartera mas papeles, algún recibo; alguna tarjeta de visita; pero nada...debo ser un tipo ordenado; de esos que ponen cada cosa en su sitio y no llevan la cartera abultada de papeles.
Por no acordarme no me acuerdo ni siquiera si he comido; Creo que no me equivoco, son las tres y a esa hora se come; me habrían dado de comer en algún avión?.
Hambre no parece que tenga, aunque a lo mejor se me ha olvidado tener hambre; pero si de algo estoy seguro es de que si me habían dado de comer en un avión, sería igual que no haber comido. He pedido un bocadillo en una cafetería; de atún, no se si me gusta el atún, no lo recuerdo; por la rapidez con que lo he engullido, debe ser que tenía hambre, o que me encanta el atún.
Ahora me habla una mujer; es de mediana edad; parece enfadada; me recrimina en voz alta que esté en la barra del bar; dice que llevan media hora esperándome y que yo me entretengo comiendo; que podía haber esperado a llegar a casa; que los niños están cansados y tienen ganas de llegar; que me quede con ellos, porque ella irá a buscar el coche; que seguramente me he perdido y no lo encuentro..., no sé de que parte de mis bolsillos saca una llave reluciente y se aleja en la dirección que un cartel indica... Parking.
Antes de irse me besa....y me gusta; me acaricia el pelo y me dice...”pobrecito”, “ya te habías perdido no?”...la despido con un “hasta ahora cariño” y me mira con complicidad, como aliviada.
Tres niños me rodean; tienen cara de no conocerme de nada, parecen mas asustados que yo.
La mas pequeña pide una Cocacola con media lengua; yo se la saco de una máquina inmediatamente; también inmediatamente los otros dos niños, varones al parecer, se apuntan al evento y piden otra; después se alejan empujándose y riendo.
La pequeña hace un ademán para que la coja en brazos, la cojo y me pregunta.....tu eres de aquí?. No se contestarle, ya me gustaría; le digo que soy su Papá y se echa a reir divertida.
Algo raro debe estar ocurriendo; la mujer del beso, me ha llamado Luis dos veces, según creo recordar y confirmé en mi documentación, me llamo Claudio.
Continuará....si me acuerdo.
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