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Inicio / Cuenteros Locales / jonh / El Infiernillo - Cap. VII - El Buen Demonio

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“No por criase en el mal uno será del mal, el mal solo nos absorberá si lo dejamos absorbernos”

He aquí otra de las historias sucedidas en el Infiernillo, El título sugiere bastante el tema, más no es tan simple como eso, comenzamos.

Ya tenía dieciocho años, el joven Frank cruzaba el ciclo final de su carrera de ingeniería de sistemas, pese a no ser realmente aplicado, posiblemente halla habido transacciones bajo la mesa, más eso no importa en este historia. Frank era muy conocido por su gusto por las fiestas y el libertinaje, lo cual podía llegar a ser poco saludable, generalmente terminaba borracho y sin fuerzas para moverse, también poseía una sed por las mujeres, le gustaba ir de enamorada en enamorada y entre más fácil mejor, era insensible en ese aspecto y nunca en la vida se había enamorado.

Natalia por otro lado era estudiante de psicología de diecisiete años y ya había acabado su primer ciclo. Inteligente, hermosa y alegre era la manera de describirla en pocas palabras.

Todo se desató cuando fue a la de una de sus amigas, era raro verla en fiestas pero como era muy buena amiga de la festejada decidió ir, fue allí donde conoció a Frank.
Las ubicaciones de Frank y Natalia estaban muy alejadas y era casi imposible que llegasen a verse, sin embargo Frank a través de tanta gente y entre cuerpos y cuerpos pudo verla, le bastó eso para que supiera que la quería, quería estar con ella así que dejó su vaso de cerveza y se levantó para acercársele.
- Hola –dijo Frank.
- Hola – respondió Natalia.
- ¿Quieres ir a bailar?
- Bueno... – contesto dudando, mientras sus amigas se reían y la animaban – está bien.
- Entonces sígueme – la tomó de la mano y la llevó a la pista de baile
- ¿Cómo te llamas? – le preguntó él mientras bailaban.
- Natalia.
- Yo soy Frank ¿Qué estudias?
- Psicología ¿y tú?
- Ingeniería de sistema.
Su conversación duró toda la extensa canción y cuando terminaron de bailar no se volvieron a ver durante toda la fiesta y esto pudo haber sido un encuentro sin importancia, pero no, Frank no pudo sacarla de sus pensamientos por lo que se decidió a buscarla.

Durante la tarde del día siguiente mientras Natalia salía de la universidad, Frank apareció en la entrada esperándola
- Hola otra vez – dijo Frank.
- Hola – dijo Natalia.
- ¿Quieres salir este sábado?
- Ah… - dudó un poco en ese momento debió decirle que no, por su bien y del propio Frank, sin embargo dijo – Claro ¿porqué no?
- ¿Te parece bien a las seis?
- Si, entonces te veo a las seis.
- Correcto, hasta el sábado.
- Chau.
- Adiós… se me olvidaba preguntare donde quedaba tu casa – para que te acuerdas.

Natalia le dio su dirección y al llegar el sábado Frank apareció en su casa a las seis empunto, toco el timbre fue recibido por el padre de Natalia.
- Buenas tardes señor. – saludo Frank
- Buenas tardes, pase joven. – respondió el padre de Natalia
- Bonita casa (Pero la mía es mucho mejor)
- Gracias, siéntese por favor.
Paso el tiempo de espera conversando con el padre de Natalia y dándose una buena imagen. Al terminar de hablar apareció Natalia, muy radiante, quien estaba sumamente emocionada por su cita.
- Te ves bien – dijo Frank.
- Tu no estas tan mal – contesto.
- Vamos.

Primero fueron al cine, luego a pasear por el parque y finalmente fueron a cenar. Luego de la velada Frank la acompañó hasta su casa.
- Bueno, creo que es hasta mañana – dijo Frank.
- Si eso creo –respondió Natalia.
- ¿Te gusto la velada?
- Si fue divertida.
- Quería decirte que me atrajiste desde que te vi.
- Frank yo...
- Silencio déjame terminar.
- Voy a besarte – y con esto la beso frente a la puerta de su casa.
- Quieres ser mi enamorada.
- Sí – contesto la pobre e ingenua Natalia.

Fue la relación más duradera que Frank halla, tenido, pero aun así el se llegó a aburrir y decidió abandonar a Natalia y buscar otras chicas, esto hizo que Natalia entrase en un shock que enfrió su corazón sumiéndola en una profunda y dañina tristeza.
Fue este sentimiento tan negro y negativo lo que atrajo la atención de Lucifer hacia ella, entra las conocidas de Natalia una pertenecía al Infiernillo, Lucifer la mandó a que trajese a Natalia, el nombre de esta chica era Carla
Es aquí donde dejamos a Natalia y a su historia descansar un momento, es hora de ver el otro lado y descubrir el problema que se sucedía en el Infierno.

Y hace escena Landon, el demonio, pese a su joven edad (no llegaba a los dos millares de años) era un guerrero de clase A, es decir muy bueno en batalla. Los pares de Landon fueron dos demonios llamados Hyrsec y Jaira, los cuales e revelaron contra Lucifer, pese a que ellos eran sumamente poderosos no pudieron hacer nada contra Lucifer, Landon creció siendo cuidado por Lucifer donde fue rechazado por otros desde el principio. No lo mostraba, pero el hecho de haber perdido a sus padres le afectaba; además sentía un simpatía por un mestizo que había compartido esa parte de su historia, aunque había dejado en el Infierno hace miles de siglos para ir al Paraíso y llegar a ser general arcángel

En ese momento Landon era parte del ejército del Infierno y se hallaba en medio de una batalla tratando de alcanzar a los ángeles espías que últimamente circundaban mucho debido al Infiernillo, en medio de la batalla se sintió apartado de los demás y se quedó solo con un sujeto en su delante.
- ¿Quién o qué eres? – pregunto el joven e insolente demonio.
- Yo soy Jesús y he venido a detenerte, no puedo permitir que el hijo de Hyrsec y Jaira intente pelar contra el Paraíso.
- Me honraran por matarte..., no puedo moverme. – Su cuerpo se hallaba entumecido y sintió un ligero miedo
- Si quieres puedo liberarte, pero perderás, no, prefiero ahorrarme tu humillación, ahora te dejaré moverte y dejaras tu espada a un lado – Landon pudo moverse y se lanzó encima de Jesús dispuesto a destruirlo, Jesús suspiró y se movió, Landon no lo vio, solo sintió el filo de la espada en el estomago y vio que su espada estaba cortada en cuatro fracciones, quedó atónito
- ¿Cómo? ¿No eras un pacifista?
- Eso no significa que no sé como usar una espada, sencillamente no pienso destruir a nadie, no hay futuro para ti como demonio, Necesito tu ayuda.
- Y si me niego a ayudarte.
- No eres el único demonio del Infierno que es potencialmente bueno. – dijo sonriendo
- Y si te miento y voy le cuento a Lucifer lo que planeas
- Habrás faltado a tu palabra, y no tendrás honor, además no me lo dirías.
- Y si yo…
- ¡Ya! Decide de una buena vez, te prometo que te recompensaré.
- ¿Con qué?
- Con tus padres, acabado esto iré personalmente con Lucifer y lo forzaré a traer a la vida a tus padres.
- En tal caso no puedo negarme, que patético soy como demonio, añorando ver a mis padres, - dicho esto rió tristemente – tienes razón no sirvo para demonio, estoy a tus órdenes.
- Ahora vuelve al Infierno y has como si nunca me hubieras visto.
¿Como describir a Jesús? Tenía una serenidad que inspiraba confianza si estabas de su lado y miedo si eras su enemigo.

Volviendo al mundo humano Carla había llevado a Natalia a un callejón oscuro, en donde había un portal al Infiernillo que evidentemente estaba oculto.
- Carla ¿qué hacemos aquí?
- Ya lo verás, ya lo verás
De repente una pared comenzó a romperse, los pedazos de ladrillo eran succionados por un hoyo negro.
- Entra allí – le ordeno Carla empujándolo dentro del hoyo.

Natalia sintió que caía a través del hoyo, se dio un fuerte golpe y quedó inconsciente, cuando despertó se encontró en medio del Templo del Infiernillo, delante de ella se hallaba el sujeto de cabellos negros y largos que ya conocemos, sonriendo y sentado en su trono, al verlo ella sintió temor, más no llegó a intimidarla.
- ¿Cómo estas Natalia? – Dijo – yo soy el señor de las tinieblas, el Diablo, el Demonio, Belcebú, etc., prefiero que me llamen Lucifer.
- ¿No tenias piernas de chivo? – Pregunto la muchacha, dándose cuenta de su respuesta un tanto insolente, pero no se hallaba concentrada en el momento – no sé porque me han traído hasta acá.
- Porque necesito servidores – dijo un poco ofendido – y tú serás perfecta.
- Nunca te serviré, – lo dijo con decisión y sin dudar suponiendo lo que le podía pasar – no quiero.
- Si lo harás créeme – y una sonrisa diabólica se dibujó en su rostro.
Con esas palabras Natalia se aterró y salió corriendo del lugar, como alma que se lleva el diablo (valga la redundancia) pasó por puertas enormes de madera al azar sin mirar por donde iba hasta que logró llegar al desierto naranja del Infiernillo, donde se perdió de vista.
- Carla – la llamo Lucifer – ve por el chico llamado Frank
- ¿Y Natalia? Señor – pregunto su sierva.
- Mis demonios tienen hambre, tal vez se ocupen de ella, no es tan importante.

Landon se halló confuso después de su charla con Jesús, cuando este desapareció apareció en medio del infierno y muy cerca del Infiernillo, se sentó en medio de las ruinas y comenzó a meditar con los ojos cerrados sobre su futuro.
- Que he hecho – se decía – supongo que seguiré el camino de mis padres, si me descubre me destruirá sin dudarlo, pero… maldición, soy realmente bueno, que se va a hacer, tendré que seguir a mi estúpido corazón. Me siento mal pero a la vez también me siento liberado ser qu…
Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando sintió que algo golpeó contra su nuca, al abrir los ojos vio a Natalia tumbada boca abajo inconsciente.
- Es una humana – dijo Landon – parece que se desmayó. Es mejor que la lleve a un lugar seguro.
Landon la cargó hasta una cueva de las cercanías, prendió una fogata y la cubrió con una de sus alas, sin darse cuenta estuvo admirándola mientras dormía durante largo tiempo, hasta que ella despertó
- Hola – dijo un poco asustada, veía la extraña armadura de Landon roja con sus detalles y sus ojos marrones rojizos, sin dejar de mencionar su ala sobre ella.
- No te preocupes yo te cuidaré, llámame Landon y ¿tú te llamas?
- Natalia – “Dijo que me cuidaría” pensó ella y se ruborizó ligeramente.
- No es común ver mortales por aquí.
- Yo me he fugado de Lucifer
- Lo suponía.
Pasó varios días en el Infiernillo, bajo los cuidados de Landon, este procuró cuidarla y de a pocas los dos se fueron acercando cada vez más.

Pasó un mes de la desaparición de Natalia, sus padres la lloraban y Frank ni se enteró. Cuando él se hallaba con un grupo de amigos Carla s le acercó de forma muy atrevida y seductora.
- Hola, me llamo Carla.
- Hola, – dijo Frank – que linda chica tenemos aquí. ¿Quieres ir a tomar un café?
- Claro.

Y así mediante engatusamientos Carla llevo a Frank a un hotel, alquilaron una habitación, y este ya se estaba desabrochando la bragueta.
- Eres muy atractiva, Carla –dijo el patán – me gustas.
- Bueno creo que debes conocer a alguien.
- ¿A quien?
- Al demonio en persona – y la oscuridad comenzó a tragarse el cuarto de hotel, y aparecieron en el Infiernillo.
- ¿Carla que es esto?
- Tu peor pesadilla – Frank corrió tan rápido como pudo, sujetaba sus pantalones con ambas manos, un poco más y lloraba como una nena, para su mala suerte se tropezó con unos demonios de gustos caníbales, no todos comparten ese antojo
- Miren lo que tenemos aquí – dijeron – comida.
- Aléjense – gritó inútilmente, aterrado ante la muerte – aléjense, aléjense, alee.... – Lo despedazaron totalmente, por lo menos tuvieron la decencia de matarlo antes.

Pocas horas después Lucifer fue al lugar donde Frank murió y cogió su cráneo ensangrentado y vio pequeños restos de su cuerpo, principalmente eran ropas.
- Un joven tonto y cobarde – dijo Lucifer – me repugna, sencillamente me repugna.
- Carla – llamó.
- Llamó – respondió inmediatamente Carla.
- Los dos se han perdido, a Natalia no la encuentro y Frank pues está… está hecho mierda.
- No volverá a pasar señor.
- Sí, lo sé, más bien dame tú alma.
- Pero señor.
- Ahora serás un títere hueco.

Lejos de allí en una cueva.
- Landon, ¿porque no salimos del Infiernillo? – pregunto Natalia.
- Allá afuera no hay aire que puedas respirar, despreocúpate, yo te protegeré.
- Otra vez dijiste que me protegerías – dijo sonriéndole.
- Ah… si creo que sí – dijo algo sonrojado.
- Landon
- ¿Sí?
- Acércate un poco.
- ¿Así? – dijo ya a centímetros de ella.
- Ahora acerca tu cara – Landon acercó su rostro y Natalia le dio un beso rápido, él se sonrojó bastante – caíste- dijo ella sonriendo.
Landon abrazó a Natalia y la juntó a su cuerpo, Ella alzó la mirada y dos sombras se besaron en el Infiernillo, un demonio y una mortal, que no les parezca extraño.


Continúa… Capítulo 09

Texto agregado el 18-11-2006, y leído por 225 visitantes. (0 votos)


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