"Me aburro" ,le decía Amalia cada mañana a su pececillo de colores Gastón.Este le miraba con ojillos de farola nocturna "Yo también me aburro",y se establecía entre ambos una conexión cósmica difícil de definir.Gastón permanecía inmóvil unos segundos,como buscando otro tipo de complicidad,y sin respuesta,se perdía en su microcosmos acuático,un habitáculo minúsculo...He aqui su pena!!!!
Amalia le dedicaba un beso tras el cristal y se marchaba volando al trabajo;era secretaria en una oficina de gestiones inmobiliarias...Un aburrimiento absoluto!!!!
Amalia tenía 40 tacos,un asco impresionante a su jefe,un pez de colores harto de vivir siempre viendo las mismas cosas y,una sexualidad cero patatero a punto de caducar en breve;y,sobre todo,muy poco valor para enfrentarse a todo eso y darle un giro de muchos grados a su vida...pero eso es otra historia que ahora no viene a este cuento.
Aquella mañana,camino de la oficina...Ufffff!!!!Casi se mata por culpa de un neumático rebelde que le salió al paso desde el cielo...un absurdo inexplicable,una extraña sentencia o señal que más tarde desvelaría sin aspavientos.
En mitad de la calle,nadie...nadie...ella y el neumático..el neumático y ella.
Quería aplicar la lógica detectivesca para encontrar una respuesta..pero era un acontecimiento excepcional,salido de toda regla terrenal.
Se acercó al neumático para examinarlo más de cerca y,para su sorpresa,llevaba una etiqueta como las que llevan las maletas viajeras "Este neumático es propiedad de Juan Ramírez,acomodador del cine paraiso,calle sierpes numero 35".
Jajajajjajaja.....¿Dónde está la maldita cámara?Jajajajaja..nadie...nadie...ni Juan Ramírez...nadie.
Me decidí a ir a la calle señalada y dejar el neumático en la puerta,no sin antes escribirle una nota de gratitud "Amalia Pérez,secretaria,víctima potencial de su neumático volador...que sepa que casi me mata...gracias". |