Ven aquí,
Niño,
Necesito tu compañía,
Mientras la noche se queda sin estrellas
Y el corazón que sumido
En la tristeza.
Ven aquí,
No me abandones,
A la soledad que parece contenta
De tenerme solo para ella.
Ven aquí,
Abrázame fuerte,
Como si no lo volvieras a repetir,
Déjame el recuerdo de tu aroma,
En cada parte de mi piel
La luna hace el amor,
El sol se convierte en su compañero.
Seamos como ellos dos,
Y amémonos hasta que no exista el color.
Solo el negro del olvido,
Que juega con nosotros,
Que nos dice que no hay amor,
Que el se lo llevo.
¿Y donde quedaron?
Las ilusiones que nos creamos,
Los besos que nos dimos,
Las caricias que nos prodigamos,
Los recuerdos compartidos,
Las lágrimas que nos empaparon,
Cuando estábamos separados.
¿Donde quedaron?
La esencia que hoy desaparece,
La luz que se apaga en el corazón,
El fuego extinguido por el tiempo,
Todas esas cosas,
Se fueron extinguiendo,
Limpiamente por el sabio viento,
Aunque yo siga sintiendo,
Tu querer ya esta muerto.
No hay a quien culpar,
Nadie manda los sentimientos,
Ni controla el pensamiento,
Solo lo que hacemos con ellos.
Y aun así te odio por momentos,
Solo porque dejaste de amar a este corazón,
Que sigue latiendo,
Agonizando en silencio.
Es más fácil soportar el dolor,
Cuando se remplaza por el rencor,
Aunque sea injusto,
Lo que hago, con lo que hubo
Entre nosotros dos.
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