- Me pueden explicar eso. Sí lo de los demonios, lo de los monstruos.
- Los demonios son eso, demonios, convivimos con ellos. No me digas que nunca los has visto – me dice el Maestro.
- La verdad que no. Solo cuando me miro al espejo.
- Ves cojudo, ese es tu problema, tomas todo a la broma, para estas cosas uno debe de estar predispuesto a percibir lo imperceptible – me recrimina Rafael.

Llene nuevamente mi copa, coloque la botella al lado de la copa del Maestro, solamente les sirvo vino a las mujeres. El bar no estaba lleno, recién caía la tarde.

Me quede pensando. Realmente nunca he visto demonios descolgándose de las ventanas, ni he tenido monstruos dictándome relatos ni cantándome canciones. Tal vez por eso ellos son grandes artistas, tienen alguien que les ayuda, diablillos que les mezclan los colores en la paleta, que hacen trazos estratégicos cuando ellos se distraen, monstruos que revelan sus rostros para ser retratados, seres que les hacen más fácil el trabajo. Insisto en que nunca yo he visto algo parecido. Son simbolismos cojudo, y procedieron a explicarme.

- Pongamos un ejemplo practico: Tu ángel de la guarda. Cuantas veces en las que te has encontrado en problemas, ha aparecido alguien quien te ha ayudado, alguien que no tenia porque haber estado allí.
- Bueno hace un momento saliendo del baño, me tropecé, si no me fui de cara fue por un viejo que me sujeto del brazo. Pensándolo bien, el viejo era demasiado pequeño para contener mi peso, pero lo hizo.
- A eso me refiero, ese puede haber sido tu ángel de la guarda.
- ¿Y la mandada de mierda que me dio, fue para despistarme?.

No toda la tarde hablamos sobre eso. También se dedicaron a destruir constructivamente mis escritos, ya estoy acostumbrado a eso. Para que sirven los amigos.

Una botella no es suficiente, en realidad no hay un limite. Solo el ruido de la gente llenando el bar nos hace huir a casa. El Maestro dio vuelta a su copa, señal de que nos larguemos.

Salí, el cielo era triste, un plomo de bala, de muerte.

Pare un taxi. Me coloque los audífonos del MP3 para no hablar con el taxista, me molestan las preguntas sobre política, sobre joven como ve el país, lo veo hasta las huevas, que más se puede decir.

Vagaba por mi mente lo de los demonios, llegue a pensar que realmente carecía de sensibilidad, no podía percibir lo que para ellos era normal.

Baje en la esquina del parque, deseaba seguir caminando unas cuadras antes de llegar a casa.

En la siguiente esquina divise dos personas, una con una casaca roja y la otra con una casaca negra con la capucha puesta. En los audífonos comenzó a sonar “La balada del diablo y la muerte”, ¿simbolismos?. Así que trate de ser perceptivo. Los dos tipos se me acercaron, el de la casaca roja iba por delante.

Me hablo. Retire el audífono de mi oído izquierdo. En el derecho la canción servia como banda sonora.

- Dame todo lo que tienes – me dijo. Y me mostró un cuchillo semioculto bajo la manga.

Creo que esto es a lo que mis amigos se referían. El diablo pidiéndome mi alma y mostrándome su tridente. No estaba muy seguro de lo que estaba pasando, lo mire a los ojos, estaban rojos, inyectados de sangre, sentí miedo, y el miedo amigos me pone de mal humor. Me pidió que le dé todo, así que le di lo mejor que tengo. Un derechazo directo a la cara, justo debajo de sus ojos infernales. El tipo vestido de negro hizo un quite como para huir, eso me pareció extraño, nunca he oído de la muerte huyendo, al parecer él pensó lo mismo que yo, y volvió al ataque, dejando ver su navaja, la hoz, su rostro calavérico, alzo los brazos para darme un abrazo mortal, ¿la muerte tiene huevos?, hora de averiguarlo, le patee lo mas fuerte que pude en la entrepierna, escuche un gemido seco.

Yo estaba temblando, la adrenalina cabalgaba por mis venas al ritmo del solo de guitarra. El diablo tirado en la pista manando sangre por la cara, y la muerte revolcándose en el piso con las manos entre las piernas.

¿Simbolismo? ¿El diablo y la muerte? No lo sé pero eso es lo que haré cuando vuelvan a buscarme.

Extraído de EPISODIOS MUNDANOS http://damiancarrillo.blogspot.com