Conocer es pretender mirar el interior
gustar lo bello, lo exquisito
muchas veces pensamos conocernos
pero nos disfrazamos de valores que no entendemos
mirar el espejo, ver nuestras faltas
conociendo los errores que a veces cometemos
simulamos estar bien
cuando sentimos un nudo en la garganta
la sociedad impone reglas
y nos dejamos subyugar por ellas
la gente opina, murmura,
pero no conocen que muchas veces
hay lágrimas que ellos mismos han provocado por el chisme y la murmuraciòn
nos ponemos el disfraz, la màscara de quien no somos...
miramos el espejo, nos reflejamos, pero no miramos el alma, el corazón,
muchas veces nos importa el qué dirán de las lenguas sin sazón, sin condimentar nuestras palabras y llenarlas de dulzura, aparece la amargura
cruel amiga de la vida
pues nos llena de dolor, làgrimas y ardor
más el amor embelesa, cura el corazón
y el alma se regocija, tiembla sin control
las emociones son dejadas, aumenta la tensión
y dos seres se hacen uno, en carne y corazón
Finalmente nos miramos otra vez al espejo
nos ponemos la màscara de la vida
y continuamos fingiendo ser quien no somos más...