-¿No es posible que entiendas que no quiero hablar más del asunto? Las palabras como exigiendo perdón salieron de los labios de Fernan, mientras su madre no dejaba de llorar.-No quiero hablar más contigo!! ¿Estoy siendo claro o no?

-No puedo entender, no quiero dejar de hablar, estás confundido, estás errado, soy tu madre, no me puedes ignorar ni desechar como un trapo viejo-- La anciana hablaba entre lágrimas. Comenzó a toser y el llanto fue en aumento.

-Todo mi vida me trataron como alguien inferior, no lo expresaron, sólo lo demostraron. Año tras año, siempre, en todo lo que yo hacía : ¿porqué lo hacía? y cuando no lo hacía: ¿porque no lo hacía? Ya lo hablemos mil veces, no tiene sentido repetirlo. Los borré de mi mente. Para mí, ustedes no existen más; ¿Capito? Fernan se levantó y enfiló hacia la puerta de calle.

-Nooo!! no te vayas así, te lo ruego-- gritó la madre tratando de tomarlo del brazo. No lo consiguió, mas el ofuscado Fernan se paró y dando media vuelta, comenzó a °sacar° de su interior toda la resaca, según sus palabras, y exponer su triste vida frente a la que lo trajo a este mundo.

-¿Te acordás del accidente? sí, claro , como te lo vas a olvidar!-- La miró directamente a los ojos.-Sí, ya sé lo que me dirás, que tanto el viejo como vos hicieron lo imposible para salvarme la mano. Yo también hubiera hecho lo mismo por un hijo, como cualquier padre, no necesitan recibir medalla por tal actitud, o ¿pensás que sí ?

-Hijo, hijo, ¿qué te pasa? Lástima que ya no está tu padre, podría explicarte todo, ya no tengo fuerzas para peleas y discusiones. Sos el menor y siempre te cuidamos más que a tus hermanos, no entiendo que pretendes. ¿De dónde parte ese odio en tus palabras?

-Siempre con las obras teatrales, !!hijo, hijo!!!, dejate de pavadas, sabés perfectamente a dónde quiero llegar. Para todos tus nietos los mejores regalos, para mis hijos nunca tuviste dinero en los días de sus cumpleaños, ¡qué casualidad! ; ¿no?! Una y otra cosa, la lista es tan larga que ya perdí la cuenta. A mi señora nunca la aceptaron, principalmente vos. No me olvidé el día que nos vinieron a visitar a nuestra flamante casa, que dicho sea de paso, no me ayudaron ni con un miserable pesito, pues estaban pasando por un mal momento en aquel entonces, así me la contaron. A mis hermanos y hermanas les pagaron la mitad de la entrega, o quizás no saben que me enteré, pues preferí hacerme el tonto y no darme por enterado.

-Fernan, tus pensamientos y deducciones están erradas. Siempre fuiste y lo sigues siendo nuestro hijo predilecto. Recapacitá, te lo pido en nombre de tu padre.

- Ni me lo nombres! ¿No fue suficiente prueba el no concurrir al entierro?

-No importa, te lo perdono. Sos un persona mayor, tus remordimientos te carcomen el corazón, no es sano, te podrías enfermar por acumular tanta bronca. No tenes razón!, quedate conmigo en éste día tan triste, por favor!

Fernan salió de la casa de su madre. Ni siquiera volvió su mirada.
Un ciclo de su vida había finalizado.

~~~~~~~~~~~~~~~

@surenio