LA SALAMANCA
Los aborígenes o nativos (mal llamados indios) dan el nombre de "salamanca" a socavones - cuevas - en montañas o formaciones rocosas sobre la Pachamama (madre tierra), en distintas zonas del nor-oeste argentino, principalmente en las provincias de Catamarca, La Rioja, Tucumán y Salta.
En el interior de esas cuevas, se organizan - aún hoy - fiestas en honor al macho cabrío, donde se sirven los mejores manjares lugareños y bebidas tipo aguardiente como la chicha y la aloja.
En estos festejos se baila y se canta desde la caída del sol hasta las primeras horas del amanecer, y a modo de ritual se invocan a brujas, almas condenadas, que pudiesen estar merodeando por allí, junto a los demonios de los infiernos.
En Tucumán se han encontrado salamancas en las cercanías de localidades como Monteros, Las Cejas y Tafí del Valle (Salamanca del Siambòn). En Salta, en los Valles Calchaquíes y la Quebrada de Humahuaca y en Catamarca, en cercanías del poblado de Belén.
A las salamancas, aquellos que quieran hacer un pacto con sus brujas o con el diablo, con el fin de adorarlos, deben ingresar sumisos, en silencio y con respeto.
Antes de ingresar al socavón se deben besar los cuartos traseros de un carnero y llevar su bebida, como ofrenda, para entregarlas en la fiesta u orgía.
Por las noches suele oírse estruendosamente, la música y las carcajadas de los espíritus ahí condenados.
Su formación rocosa es rica en minerales, como el hierro, pirita y azufre predominando este último en el sentido del olfato.
Si alguien pasa cerca, y no quiere ser tentado a ingresar, debe llevar un rosario en el cuello o en su mano, o ser un hombre de mucha fe.
Las "machi" (curanderas) que no tengan descendencia, pueden ingresar. las mujeres por su condición de maternidad, principalmente las que están lactando, no pueden entrar, por el riesgo de perder el don de la procreación.
La gente que participa de las fiestas, en las salamancas, están sin que se les note el cansancio, aún estando varios dias sin dormir, y son "beneficiadas" o "agraciadas" con algunas virtudes, como la sanación de sus semejantes, con amplios poderes de percepción, en la ejecución de herramientas o instrumentos (quenas, pinkuyos, erkes, sikus, cajas, violín y otra gran variedad de instrumentos musicales de cuerda, viento o percusión). Pueden lograr, asimismo, gran capacidad en la oratoria, la facilidad del canto, el baile, etc., signos estos que dan la característica de haber firmado un contrato o haber hecho un contrato con el diablo.-
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