Ya no hay nada debajo de los cielos que pueda impresionarme
ni un ramo de estrellas volátiles, conjugadas aquí.
Caminos, rostros, madrugadas... todo conocido
nada aventurado, cadavéricos caminos...
¿Será que queda aún algo que no hayan escuchado mis oídos?...
mientras mis pies, van montando un tenue destino
amorfo, sediento de sangre, vampiros enfurecidos
se alimentan de los perversos designios de mi alma
la sangre va rodando por el borde del labio roto,
las pupilas lagrimean cascadas púrpuras
y el silencio es raíz oscura que rompe mi pecho de cuarzo
hay va el corazón latiendo, con espinas en su interior
crucificado con clavos de cristales opacos.
Entonces, veo las líneas de mis manos, esperando encontrar
la huella futura de tu boca y dormir, acunarme en ella
y así, no perderme nunca más en mis penas. Ver
jardines coloridos renaciendo de mis imperfectas huellas...
pero sólo veo lagos helados, icebergs dormidos
que pesan en el alma, viejo remordimiento atorado
a mi piel, ávida de edenes caldeados, de llamas encendidas
de no dormir nunca más con la incertidumbre al lado,
Mientras la fantasía se adueña de los sesos, voy durmiendo eternamente
rastreando tu vil esencia que me envuelve de lúgubre melancolía.

Ya nada me impresiona. Ni tu cuerpo desnudo, devorado por mi sombra...
































agradecimientos a :





Cramberria
Habloconlapared
Gehena