Un día te pedí perdón por no poder quererte como se suponía, tú te lo merecías.
Y me esforcé, sabes? me esforcé mucho por dejar mis miedos, traumas y todo mi pasado atrás. Por olvidar todo lo malo y volver a empezar.
Luego otro día me di cuenta de que ya te estaba amando fuera de todo aquello y te ayudé a construir nuestro hermoso castillo, lleno de sueños e ilusiones, los dos trabajamos mucho por hacerlo realidad... o al menos eso creí.
Pero un día cualquiera me desperté y no vi nada, nuestro castillo había sido de arena y te vi soplar muy fuerte para que se derrumbara.
No entendí porque lo hiciste, preferí pensar que seguía durmiendo y eso era solo una pesadilla, te pedí que me pelliscaras pero tú me calmaste diciendo que si era un mal sueño, me quedé mas tranquila.
Luego otro día no pudiste evitar que alguien me dé ese pellizcón y yo desperté en verdad pero fue tarde... ya nada tenía sentido, nada de lo que construimos existía, lo habías destruido todo.
Que fue sin querer, que no te diste cuenta como lo hiciste; esa fue tu explicación y después te quedaste mudo.
Aquel día me di cuenta que mudo siempre estuviste para decir la verdad.

Un día YO te pedí perdón por no poder quererte como se suponía, tú te lo merecías. Ese día te ví llorar por primera vez... Nuestra diferencia es que yo nunca te mentí, cuando dije que te amaba realmente lo sentí y no tuve que tapar nada con lágrimas.