Tantas bellezas insinuadas,
tantas compartidas,
al inicio no dormía pensando,
cuánto te querría.
Se rompieron las bellezas,
el mundo me vino encima,
no dormía pensando,
por qué no te tenía.
Ahora todo superado,
sin depresión ni locura,
me llamas y te digo que duermo,
te cuelgo y me despiertas.
Lo haces una y otra vez,
es el único momento del día,
que tengo para conciliar el sueño,
y tú, me despiertas de nuevo.
No me faltes al respeto,
que jámas lo hice, ni lo haría,
déjame dormir un rato,
que el trabajo es duro.
¿Lo sabías? |