Caminó distraída por la orilla de la playa , seducida por el ruido de las olas al romper en la arena, atrás estaba Maximiliano buscando las tonalidades adecuadas para su acuarela ,mezclaba colores claros y oscuros ,cubría el cielo de esperanzas ,eternizaba un momento perfecto entre él y su hija...con el tiempo, lo recordaría frente a una pintura que la conmovía hasta las lágrimas...las gaviotas eran la mejor sinfonía en ese momento. Lo miró de frente ,inquisitiva , sin poder comprender las emociones que suscitaban en su alma la creación ,entonces le dijo-¿cómo llamarás esta acuarela ,papá?- él le respondió que aún no lo había decidido , pero que lo haría cuando terminara el proceso , que jamás lo dejaba completamente contento, tendrían como premio un paseo en el bote de su amigo José... ese tiempo era perfecto, la marcó por siempre con una huella sellada en la sangre...-papá , ¿crees que algún día pinte como tú?-no lo sé ,hija ,pero sé que acabo de atrapar parte de ti en esta pintura...entonces miré el cuadro frente a mí y volví a mi presente imperfecto donde él será la magia que permanezca en todo el arte que mis ojos tengan la dicha de vivir. |