Aquella noche Juan recién salia de su trabajo, el dinero comenzaba a hacerse poco y sólo le quedaba una moneda, era su última esperanza de llegar a su casa y aliviar el cansancio de aquel agotador día. Esperó ansioso el momento de usarla. La observó y esperó el micro que lo llevaría a su casa. Sin darse cuenta, la moneda se escapó de sus manos y rodó por la calle. Juan, exaltado, corrió a buscar la moneda que tanto trabajo le había costado. La siguió por toda la calle, hasta que llegó a una esquina, donde había una alcantarilla. Juan ya estaba cerca de recoger la moneda, pero ya era tarde. En un segundo vio como se perdía el trabajo de todo el día. Sus intentos por vollver a tenerla fueron vanos. Tristemente observó a la moneda irse lejos, muy lejos de su alcance...