La repetición de los instantes que desaparecen.
Cada vez que siento que algo ya había pasado, me hace recordar de lo fantástico de la vida, de la memoria que encierra en ella tesoros que no somos capaces de interpretar,
Fantasías e ilusiones que inundan nuestros sueños, haciendo que no vivamos una vida, sino dos.
Mi vida Despierto:
En ella soy uno mas, con mis problemas, mis enfermedades y mis dolores de cabeza para solucionarlo todo, esclavo esclavista, psicólogo sin licencia y cuentista por vocación, siempre luchando internamente por hacer lo correcto e intentado que no se note mi absoluta debilidad.
Intentar gustar y ser aceptado, ese gran dilema que no todo el mundo comprende, conseguir algo que no me he ganado y así poder ser lo que jamás he querido ser, una persona real.
Mi vida Dormido:
En ella entro expectante, sabiendo que lo que me encuentre aunque sorprendente, lo viviré con la mayor normalidad, en esta vida no importan los limites, ni las barreras, simplemente no me siento débil, sino todo lo contrario, mi energía fluye mas allá de mis brazos y piernas, algunas veces soy el protagonista y otras tantas nada mas que un observador lejano.
¿Volar? Porqué no volar y recorrer el cielo de color naranja, mientras hablo con los pájaros y un ciervo cruza delante de mí diciendo, Buenos días. ¿Y porqué no?
Ser lo que realmente quiero ser.
La unión de esos dos mundos seria una utopía capaz de cambiar las formas de ver el mundo, son tan cercanos que lo vemos como separados por mil mares.
Superar la barrera de la memoria, solo eso, recordar y cambiar, aprovechar y crecer, solo eso, vivir y vivir, las dos vidas que son una misma y que se alejan al fin.
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