Este es un soneto, dedicado a una persona que me enseño a amar y me enseño a desconfiar; sin embargo le agradezco todo el mundo nuevo que me mostró y que tal vez era incapaz de conocer. Gracias, de verdad, por esos dos años de un infierno.

Yo aquí, alguien mejor encontraré
Corazón negro, atractivo serás
Y no para el mio, aún amarás
Adiós, mis ojos dirán fijamente

Muerto en vida ahora seguirás
Llorando por un pasado que no fue
Adherido a tu olvidada fe
BUSCARÁS ENTRE NUBES A LAS SOMBRAS

Mientras, tú pagarás tus culpas
Y yo tus regocijos me llevaré
A ese esperado mundo de paz

Sin embargo, en el fondo te amaré
Pero PROMESAS QUEDARÁN HOY MUDAS
Abandonado, jamás te seguiré