Los esposos veían TV, cada uno en su respectiva habitación. De repente ella deja escapar largos suspiros; de cuando en vez el grita por un gol o por alguna jugada peligrosa.
El.- ¡Mira al marrano ese! ¿Qué no ve el ciego ese del silbato como le dejó la rodilla al Pelusita?
Ella.- Siiii, dile que si. Es un muy buen partido.
El.- ¡Que va a ser un buen partido! Si se han dado con todo y los jugadores han pasado más en la camilla que en la cancha!
Ella.- Uno a uno, por favor, uno a uno que los dos te descubren y te matan…
El.- Cero a Cero y ya van treinta y siete. A esto le falta ritmo.
Ella.- Hay ritmo en sus caderas, ella es una bailarina profesional.
El.- Estos no han sido nunca profesionales, quizás en que potreros fueron descubiertos.
Ella.- El, el marido los descubrió, sacó su pistola y…
El.-¡Lo fusiló! ¡Que dispaaaaarooo! ¡El golero ni se movió. ¡Golazo!
Ella.- A lo mejor descubre que su primer hijo fue un golazo de media cancha…Y el que lo inscribió sin pensar siquiera…
El.- Comienza ya la inscripción de jugadores. Ojalá se hagan del pase de Romeo.
Ella.-Claro… y Julieta. Es una versión moderna de ese clásico…
El.- …que se juega el domingo. Un duelo de titanes. Se van a vender todos los boletos
Ella.- Pero fue ella la que le dio boleto a él…Es escandaloso todo esto.
El.- Si. Es un escándalo que se revendan tantos boletos.. Alguien tiene que hacer algo para terminar con esta tanda.
Ella.- Viene. Si viene. La infaltable tanda de avisos. Después a una se le llega a olvidar lo que estaba viendo.
El.- Lo vio y lo cobró. Se va a efectuar la sentencia de doce pasos.
Ella.-Doce pasos para que le quede bien lavada la ropa. Es bueno este detergente en bolsa.
El.- ¡Siiii!. Embolsa contra el pecho la pelota que iba dirigida al centro y el equipo rival se pierde la oportunidad de igualar.
Ella.- Nunca se podrá igualar esta comedia a la otra que terminó hace poco.
El.- Poco lo que hemos visto. Esperemos la segunda etapa.
Ella.-En esta etapa de sus vidas y con esos escándalos. Debían expulsarlos de allí.
El.- Sii. Se merecía la expulsión. Fue un puntapié a mansalva. Cobre señor juez.
Ella.- El juez sentenció pena de cárcel para el culpable
El.- y por lo menos tres fechas sin jugar. Eso es castigo, digo yo…
Ella.- Un castigo merecido, era un delincuente.
El.- Si, un delincuente. No debería volver a pisar una cancha en su vida.
Ella.- Si, el hombre tiene mucha cancha.

Finaliza el partido y también la teleserie.

Ella.- Me gustó mucho la trama, querido
El.- Por supuesto. ¡Además que ganamos!