Ella vivió siendo un cerdito mimado. Su familia la quería mucho, pero al entrar a la escuela todo cambió: en la escuela no te quieren así de fácil, tenés que tener el juguete más lindo, o ser la más graciosa o la que comparte todo, o ser la más linda. ¿Ser la más linda? Ese era el punto que había fallado en su infancia. Toda su edad de preescolar desperdiciada en seguir a la típica rubia que te hace pensar que si la idolatrás vas a ser igual a ella y vas a ser feliz... En ese momento de su regresión al pasado se puso a penar, porque nada había cambiado en lo absoluto. La única diferencia era que la chica que idolatraba ahora no tenía seis años... Tenía cientos de años, cientos de seguidoras y cientos de trucos sucios... Esa chica nunca se iría, nunca la dejaría, porque se necesitaban mutuamente para existir, para seguir viviendo.
Volvió a recordar: su adolescencia dejó atrás a la niñez, esa época en la que parece que todos los problemas se acabaron pero en realidad estás peor que antes. Ese tiempo en el que todo te amenaza, y en el que vos amenazás a todo. Algunos empiezan a fumar, otros a robar, otros a drogarse, y otros hacen algo productivo con sus vidas, estudian, trabajan... Ella no, ella creía que las artes la llevarían lejos, si la belleza no quiso nacer con ella, ella le daría vida a la belleza. Guitarra, dibujo, fotografía, todo. Pero aún así era complicado, caminaba por los parques pensando en que se podrían obtener muy buenas fotos de allí, pero de repente veía a alguna parejita abrazándose en un banco, la chica con su cabeza en el hombro del chico, ambos mirando a algún pajarito, muy enamorados... Eso le arruinaba todo, olvidaba su arte, sacaba la plata y se iba corriendo a un kiosco. Chocolates, alfajores, caramelos, bombones, barras de cereales bañadas en miel, pochoclos, maní, papas fritas, lo que sea. Se lo comía absolutamente todo, no despreciaba nada. Disfrutaba y sufría. Con cada mordisco lloraba, encerrada en su cuarto, sin amigos, sólo con sus libros y su música. Un día se cansó... Y tuvo una gran idea, más bien, usó una idea muy común en las películas de adolescentes y d más, pero una buena idea al fin y al cabo: trastornos alimenticios.
ahora es la sexy ..la chica linda para unos tantos ....pero a que precio nena.?? |