Y después de todo para que

Hacía tiempo que pensaba decírtelo Salome, sin embargo ese silencio triste que sólo tú me conoces no permite que mis pensamientos lleguen a las palabras.
Sucedió como siempre, (el Tarot a veces hasta a mí me resulta y aquellos arcanos solo decían que te ibas, que tal ves la crisis de asma como sueles decirle a tu orgasmo llenarían de loca pasión ese cuartito azul, y por que no decirlo, nuestro cuartito azul que terrible me resulta confesarlo nuestro, nuestro como si el amor clandestino que nos tenemos fuera mas nada que un encuentro de dos cuerpos sin esperanzas engañados por las sensaciones egoístas, narcisistas y megalómanas de nosotros mismos) Los gritos del vendedor de La Segunda señalan que llega la hora del adiós
Tomo otra ves tu mano y tu mirada se pierde llena de lo tuyo. Tomo tú otra mano y mis ojos se llenan de lo mío.
El beso del adiós silencia mis pensamientos me recuesto siento la puerta que se cierra y con ello se abre el gran desafío de saber que ya no estas.