Despertar, soñar y hablar sobre nuestras ilusiones,
asumimos una realidad idealista y fantasiosa,
me deslumbras con miradas o sencillas sonrisas,
luego una ironía enciende los motores de nuestras discusiones.
Un beso facilita nuestro reencuentro,
las sabanas nos saludan, nos acarician,
y con un beso intensificamos nuestro instante.
Cortinas cerradas y un par de sillas encajadas sobre la puerta,
las sospechas son envueltas y cubiertas por la imaginación acelerada de aquella situación.
La respiración nos absorbe, y con un pequeño suspiro manifiestas tu placer armonioso.
Eres bella, eres mía,
la fusión de nuestros cuerpo continua,
es así como nuevamente elevo mis recuerdos,
viajando por circunstancias que viven en el pasado.
Mis ojos tiritan al observar aquel papel,
Una foto no es digna de ser tal sin tu mirada,
La ingenuidad plasmada en una imagen,
que para un porcentaje casi general no significa nada,
y yo, como un altanero y soberbio,
mantengo la concepción clara de que aún es el reflejo más intenso del pasado.
Somos tu y yo, sentados junto al mar,
Observando el flash que detallaría un presente hermoso,
y claro, aquel recuerdo inolvidable que ahora eres tú.
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