Únicamente porque estoy pensando en las cinco horas que separan el saludo que no pretendo enviarte
Únicamente porque estás en un continente lejano y hermoso, absolutamente distraído en tus entelequias cavilaciones, llenas de gran humanidad, sin siquiera prever que alguien en este instante te recordó.
Únicamente, por que no te conozco y como verdad aplastante, se que no te conoceré, magia que hace inspirar emociones que no se descifrarán.
Únicamente porque logras que retome lo inimaginable en mi, mirar el entorno, disfrutando otras sensaciones, provocando lo que no conozco de mi.
Únicamente porque no hay mañana que me espere, paradojalmente ahuyenta mis cobardías y la represión de la expresión de las palabras que regurgitan para ti.
Únicamente para decirte que, por un instante, apareciste, como imagen de mi tercer ojo.
Únicamente porque no te lo mereces, lo escribo, contradiciendo lo ut supra, así se manifiesta la dialéctica de la vida que pretendo, ir con el viento y la marea, transgrediendo la emoción y racionalidad.
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