ESCENA 1

UN HOMBRE EN UNA HABITACIÓN GRIS Y VACÍA CON UNA CAJETILLA DE CIGARRILLOS ENTRE SUS MANOS, SÓLO SE VEN TRES PAREDES. ÉL FUMA ANSIOSAMENTE CAMINANDO DE UN LADO A OTRO DEL ESTRECHO RECINTO.

MIENTRAS FUMA Y PENSATIVO...

- HOMBRE: Una misión corta para una vida fugaz: ¡esperar el momento de partir! (Respira profundo). Desde el principio sabían que nacieron para morir; para nunca jamás volver ni ser recordados. ¡Ja, ja, ja, ja, ja! (Ríe con desespero).

- LUCKY: La fugacidad de la vida es relativa... un segundo en mí compañía, para la mayoría, significa más que años enteros de la suya. (Lo dice con tono desafiante).

- HOMBRE: (Acelera el ritmo de fumar) ¡Pobre infeliz! Cada segundo se acerca más a su fin. ¡Está en mis manos! (Con furia).

- LUCKY: ¡Acabe de una vez conmigo!... Primero seré yo, luego otro y luego otro más y así hasta perder por completo el control... ¿Qué va a lograr? ¿Acaso no quisiera estar en mi lugar, y acabar de una vez por todas con ese pedazo de basura con el que se encuentra a diario en el espejo?

- HOMBRE: (Lleno de ira, pierde el control y golpea fuertemente la pared con su puño limpio). ¡MIERDAAAA USTED SE VA CUANDO YO DIGA!

ESCENA 2

EN LA MISMA HABITACIÓN GRIS, AHORA MÁS QUE ANTES A RAZÓN DEL HUMO DE LOS CIGARRILLOS FUMADOS, SE VE AL MISMO HOMBRE TIRADO EN EL SUELO, EN CUNCLILLAS Y BALANCEANDOSE HACIA DELANTE Y HACIA ATRÁS. EN NINGUN MOMENTO DE JA DE FUMAR.

- NARRADOR: Para LUCKY era claro que el final se acercaba cada segundo, tener que presenciar como sus compañeros emprendían, uno a uno, un viaje sin regreso. Eso junto con la impotencia y la impaciencia, en medio de esas cuatro paredes no hacían más que prolongarle la agonía.

- LUCKY: El recuerdo de los demás está conmigo, aún siento su aroma, que como huellas impresas en el aire, dejan el rastro de su existencia...

- HOMBRE: (Interrumpe con fuerza) ¡NINGUNA HUELLA! No es nada más que el rastro del final, del dolor, del fuego consumiéndolos sin piedad hasta convertirse en cenizas frágiles que se lleva el viento. Pero ya llegará su turno y el f..

- LUCKY: (Interrumpe) Sea lo que sea, es un rastro que queda. En cambio usted; ¿Alguien lo recuerda?, ¿Alguien se ha interesado por buscarlo, por saber dónde está?.... ¿Usted quién es? ¡¿DONDE ESTÁ?!


- HOMBRE: (Con ansias y desespero) ¿Acaso importa? Sea quién sea, yo decido. Y decido que se acabe ya, ¡NO LO SOPORTO MÁS!

- LUCKY: (Con tono hiriente) ¡JAH! ¡Mire lo patética que es la vida que le tocó! La superioridad de la que tanto alarde hace, depende de mí: el insignificante al que se refiere con tanto desprecio. Es tan miserable que no alcanza a estar al nivel de nadie más y por eso está perdido, aislado por completo de un mundo que no lo extraña, que sigue su curso normal sin importar una pérdida minúscula: ¡USTED!

ESCENA 3

EL AMBIENTE DE LA HABITACIÓN CAMBIÓ DE GRIS A ROJO (CALOR). DESDE LA MIRADA FURIOSA DEL HOMBRE SE ABRE LA IMAGEN LAS TRES PAREDES QUE LO ENCIERRAN. EL HUMO ES AÚN MÁS DENSO Y ASFIXIANTE. CON ACTITUD DE DERROTA, TOMA SU CABEZA ENTRE LAS MANOS Y CON MIRADA FIJA...

- HOMBRE: ¿Listo?

- LUCKY: ¿Listo qué?

- HOMBRE: ¡NO SE HAGA EL HUEVÓN! Usted sabe de que le estoy hablando. ¡Ya solo somos usted y yo!

- LUCKY: Por qué tanta demora, ¿tiene miedo?, más solo no puede estar. Y SIN MÁS RODEOS...

- NARRADOR: Fue una larga agonía, el tiempo transcurría lento y poco a poco el miedo y la soledad crecían. Recostado contra una esquina sabía que él era siguiente, no quedaba nadie más. Cuando llegó el momento, se podría decir que lo afrontó con valentía. La primera llamarada dolió. Después, mientras se consumía poco a poco en el calor, con un resignado llanto silencioso, y envuelto en su propio olor intoxicante, descansó en paz.

- HOMBRE: (Grita con desespero) ¡¿JUEPUTA, QUÉ HICE?!

- NARRADOR: Ese fue el fin del último de sus cigarros. (Risa tenebrosa) ¡Jua, juajajajajajajajajajajajajaja!