Mi palabra,
mísera y distante,
es,
tal que mi cuerpo,
tan solo una parte,
pequeña como insectos,
de toda mi desfachatez y mi vida.
Mi sonrisa,
insomne y valiente,
es,
tal que mis creencias,
tan solo una parte,
importante a veces,
nimia otras,
de mi felicidad.
Ahora,
aqui espero entre la niebla.
Ahora,
sonrio a todas las tinieblas.
Ahora,
cuendo mi palabra
y mi sonrisa es una,
metal en la fragua de mi cordura,
conocerás a este ser
de mentiras caducas. |