Sostiene al árbol su raíz, sin importar la altura que alcance, lo implacable del clima o la árido del terreno. Qué sostiene la nave del acontecer? En las noches la brisa fría envuelve el silencio, la soledad se desliza por las paredes y entre las siluetas, los pardos ojos del recuerdo. Los crujidos se hacen mayores, bajo los movimientos del cuerpo depositario del alma atribulada, colándose entre los labios su ruego.
Texto agregado el 09-11-2006, y leído por 139 visitantes. (2 votos)