"Uno de los indicadores de la madurez del carácter y la personalidad es el nivel de tolerancia del individuo para con los demás y las situaciones. Es posible perder el control cuando:
- Las cosas no salen como las planeamos.
- Los demás actúan como no nos agrada.
- La vida no es lo que esperábamos.
- La familia no es necesariamente ese lugar óptimo para la convivencia.
- Dios no suple cuanto deseo se nos ocurra.
- No nos aceptamos a nosotros mismos.
La tolerancia, entonces, es madurez pura en formación. Generalmente lo que no nos gusta responde a deseos egoístas muy sutilmente arraigados en nuestra mente. Tolerar significa soportar con amor, aceptar los cambios espectaculares y desconcertantes de la vida. Poder decir: esto cambiará, mejorará...
¿Qué no logras tolerar aún? Probablemente las respuestas indiquen algo de tu madurez... de nuestra madurez"