El eco del hielo rompiendo,
ese sonido aterrador, va venciendo,
va anunciándome tu inesperada presencia,
el eco del hielo rasgándose sigilosamente,
va recorriendo un silencio perpetuo,
anuncia una presencia malherida,
anuncia que vuelve ese sonido,
silencioso, apacible, confortante.
Se desgarra en silencio, mudo, callado,
se lastima sin pena, sin ejecutor,
volviéndose agua salada, de lagrimas
robadas en un lugar de las marismas,
en un lugar del desierto,
y juntos algún día
se unirán a ese ancho mar para siempre.
Presencia que no se ve, solo se nota,
silencio que se oye, rompiendo el dolor,
amor desgarrado por demasiado querer
ahora convertido en roca y hielo.
El eco del hielo llorando,
clamando con su voz desgarrada,
suplicando, rogando, consumiéndose
de dolor, de desesperación, de soledad
solo ese sonido sigiloso se deja oir,
que poco a poco va apoderándose
de ese hielo perpetuo, inmortal,
que no cambiara nunca de lugar,
te esperara siempre tras el ancho mar. |