No me llames Amor, no te atrevas, no profeses cariño ni hables de compromiso, no pretendas quererme ni finjas desearme, no hace falta.
No necesito tus favores, no aplaudo a tus intentos por complacerme, no requiero de tu astucia, mucho menos de tu elocuencia.
No me llames Amor, dejame sola, apaga la luz y vete.
En mi corazón y su delirio cabe la posibilidad de amarnos, desearnos, desvelarnos y comunicarnos saborear el uno del otro y llenarnos de nosotros mismos, mientras que en mi mente y su razon esta la realidad amargante que me dice que no hay amor, solo hay una comoda posición donde presumirnos toma forma y complacernos es necesario, casi obligado.
No me llames Amor, te suplico, dejame sola, apaga la luz y vete. |