Señora, si usted ya cumplió una cantidad significativa de años y aún no ha desarrollado el arte de hinchar a los que la rodean con maestría, le informo desde ya, de frente y sin mandárselo a decir con nadie, que usted NO ESTA cumpliendo con su cometido de vieja. Total, vieja que no friega es como mosca que no vuela o polilla que no revolotea. Así que acá le damos el paso a paso para que usted se ponga al día con la naturaleza de su existencia.
Bueno, obviamente como primer requisito, usted debe ser vieja. Ojalá BIEN vieja. Pero como esa es una característica y no un paso, no le vamos a poner número.
1) Como primer ítem Maneje, especialmente si no sabe hacerlo. De preferencia que sea un auto grande(tipo camioneta o station wagon). Convierta las calles en la extensión de su jardín y haga lo que se le antoje a discreción. Si alguien se interpone en su camino, échele el auto encima y ponga esa cara de vieja perdida que pone usted ante cualquier adversidad de la vida. Total, las leyes de tránsito fueron creadas para pagar partes, los partes son recaudados por la municipalidad, y con la plata que le cobran a su marido por sus infracciones de tránsito resulta que los barrios pobres tienen para darle de comer a los mendigos, niños indigentes y demases. O sea, que usted maneje mal es casi su apostolado, señora.
2) Nunca diga las cosas de frente. Las indirectas son siempre mejores, sobretodo si se emiten “casualmente” durante una conversa con alguna amiga suya , y “justo” uno iba pasando por ahí. Ah, y si la conversa la sostiene la vecina en vez de una amiga, tanto mejor. Y nunca deje esas comparaciones odiosas con los hijos o nietos exitosos de sus amigas, a todos nos motiva competir con ellos, especialmente cuando resultan tan buenos en todo eso que ellos hacen.
3) Cobre hartos sentimientos. Si usted se manda una cagada no se preocupe de arreglarla; simplemente señale cualquier detallito que se les haya pasado a los demás hacia usted, y transfórmelo en un asunto de magnitudes descomunales. Al ser usted la víctima, nadie podrá reclamarle nada de lo malo que haya hecho.
4) Cuando ande en locomoción colectiva, no pida el asiento. Mejor párese al lado de alguien más joven y ponga cara de vieja desahuciada para generar lástima y compasión en los demás. Así, la persona que está a su lado no sólo tendrá que darle el asiento, sino que además quedará como mala.
5) Opine. Opine, opine y opine. Qué importa que no le incumba. Qué mas da si no sabe de quiénes están hablando. Opine. Siempre opine, aunque no entienda del tema, aunque su comentario sea una wevada con patas, aunque nada de lo que diga tenga lógica, asunto u objetivo. No se preocupe por nada de eso, señora. Opine.
6) Conjuntamente con opinar, prejuzgue. Emita su veredicto ante cualquier actitud, ya sea conocida la persona o no, y nunca ceda ante esa postura suya , siempre tan flexible y abierta a los cambios. No se deje contagiar por esa negligente tolerancia, que no hace más que darles problemas a la sociedad. Y por ningún motivo piense antes de hablar, por favor! Quién habrá sido el inconsciente que propuso eso de “contar hasta diez”. ¡Los coladores son sólo para la harina, señora!
7) Cuando vaya al supermercado, ponga cara de tercera de edad para saltarse las filas, para joderse a los numeritos de atención de la fiambrería y para quedarse con las paltas más maduras. Y si por esas casualidades de la vida, usted no es la única que se encuentra echando tomates en una bolsa, haga comentarios del tipo : “que caro están los tomates oiga”, o “este supermercado nunca tiene fruta madura ¿no?” Esos temas siempre son estimulantes para iniciar una conversación con una absoluta desconocida.
8) Sea despectiva. Los rotos nacieron para molestarla, los pobres existen sólo para ofenderla con sus malos modales. Los mozos están ahí para servirle, y todos sabemos que usted ya no va al restaurant por el plato de comida, sino por la oportunidad de reclamar y humillar. Del mismo modo, si un producto no le satisface, no vaya a alegarle al productor, sino que descárguese con el vendedor o la cajera, ellos son gente poquita cosa a los que les pagan para escuchar sus reclamos. Sí, usted es importante, Señora. Y aunque no lo fuera, el cliente siempre tiene la razón, por más que sea una vieja alegona shushesumare!!!!
9) Trate de verse joven, tanto o más que su hija. Es más, compita con su nieta. Póngase la misma ropa que Madonna, bote plata en cirugías plásticas intentando levantar lo que la naturaleza botó. Critique a la juventud. Siempre que pueda ahínquele sus dientes a los defectos que tienen, ojalá también en sus inseguridades, hable mal de su ropa, de sus hábitos, de la música que escuchan. Sólo así podrá superarlos.
10) Métase en la vida de sus hijos, controle sus pasos. Asegúrese de que queden con hartos traumas para que no puedan despegar vuelo y abandonen el nido, así no quedará sola. Dele rienda suelta a su amargura y a los comentarios ácidos; no vaya a ser cosa que usted baje la guardia y termine permitiendo que lo pasen bien y tengan todo ese buen rato que usted nunca tuvo.
Ya está Señora. Si sigue esta lista al pie de la letra, será toda una vieja de mierda, y en mucho menos que 10 días. Se lo aseguramos. Tán tán.
|