Que días aquellos, cuando tuve verdaderos amigos, con quienes compartir victorias y derrotas¡¡¡. Verlos a la cara y contarles mis éxitos y fracasos, sabiendo que ellos siempre tendrían al menos una palabra o un gesto que darme.
Que bueno sería volver a esos días y vivirlos para siempre!!!, pero no se puede, debo seguir adelante, con esto que es mi vida.
Hay muchos a los que no veo más. Algunos a los que talvez no vuelva a ver jamás. Distanciados por kilómetros, carreras, ideales, nuevas metas, sea cual sea están, muy lejos.
Al recordar todo eso puedo darme cuenta de lo mucho que perdí, darme cuenta que el mundo real no era como yo imaginaba, que es muy difícil, que me haría madurar a las buenas o las malas. Que me haría caer y me golpearía a más no poder, haciéndome sentir, solo, abandonado, exiliado, y hasta olvidado.
Pero ahora que lo pienso todas esas personas me enseñaron algo, me dieron un poco de sí, es un gran cambio no tenerlas, pero que habría sido de mí, si ni siquiera las hubiese conocido.
Y me doy cuenta que todo eso que aprendí, me sirve ahora para enfrentar las cosas, para enfrentar la vida.
Y he de madurar porque todos en algún momento tenemos que hacerlo, y es correcto sentirse mal, pero incorrecto quedarse así, porque todos tenemos problemas y nos ayudan a sacar nuestra fortaleza. Y aunque no lo vea, las demás personas luchan por enfrentar lo que venga.
Entonces no soy el único así, todas las personas que aprecio también lo han sentido. No debo deprimirme, y probarme a mi mismo que soy capaz de lo que me proponga. Como una vez me dijo alguien “mientras más oscura es la noche, más próximo esta el amanecer”.
He de levantarme, secar mi sudor y ver siempre de frente. Y poco a poco conoceré más personas y de igual forma aprenderé más, y me daré cuenta de que he crecido mucho, que he madurado, que debo vivir mi día sin lamentarme por lo que dejé atrás, en lugar de eso darme cuenta de lo aprendido y usarlo en el presente.
Así que, puedo salir adelante, porque jamás estaré solo, jamás me sentiré derrotado. Porque lo superaré y así podré vivir otro día más...
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