La oportunidad solo se presenta una vez. El segundo exacto solo está ahí un segundo. Los músculos todos deben tensarse para correr, está preparado para la gloria. Su compañero de cabellos dorados lo ha visto. Él lo sabe y corre, corre como el viento, como lo hacía en su niñez al frente del pacífico, él, durante ese momento era el viento del mar, una brisa poderosa, él mismo olía a crudo y pescado, era su Buenaventura. Cada fibra de su cuerpo estaba dispuesta para alcanzar la gloria, la grama ya no estaba ahí, de cierta manera ni él mismo estaba fisicamente durante esos cuatro segundos. De nuevo, aparecía ante él la playa, su vida entera, su madre, sus hermanos, la negramenta, él era su Buenaventura. Se concentra y cada vez mas rápido, corre. Sabe que es su oportunidad, sabe que en veinte años va a ser un pobre humano mas, que en veinte años será olvidado, pero que si esta vez lo logra, será eterno. El tiempo está en su contra, pero tiene la certeza de que lo va a lograr, que es mejor que todos los que hay a su lado, en ese momento, es el mejor del mundo.
Así pues, ese segundo, el segundo en que Bodo Illgner sale de su portería impulsa el balón con sus largas piernas de morocho de Buenaventura y éste pasa exactamente por la abertura que se forma entre las extremidades del arquero alemán. Gol!. Colombia ha clasificado. 1-1 el resultado y Freddy Eusebio Rincón Valencia, es la persona mas importante de su Buenaventura. La gloria y el recuerdo.