La libertad para sentirse enjaulado y sin opciones, Y sin embargo reir. La libertad para sentirse despreciable y mezquino, Y sin embargo reir. La libertad de no estar obligado a querer ni a enamorarse, Y sin embargo reir. La libertad para no recordarte a cualquier hora y a cualquier precio, Y sin embargo no compadecerme. La libertad para no saber a donde voy, con la muerte acechando a lo lejos. Esas y no otras son las libertades que busco. Es la única manera de sobrevivir.
Texto agregado el 06-11-2006, y leído por 238 visitantes. (3 votos)