Sueños de un Niño

Naciones Unidas S/RES/1856 (2006)
Consejo de Seguridad Distr. general
5 de enero de 2006
Español
Original: inglés

Resolución 1856 (2006). Aprobada por el Consejo de Seguridad en su 5693a sesión, celebrada el 5 de enero de 2006.

El Consejo de Seguridad,

Deplorando el aumento de los nacionalismos extremos en todos los países firmantes como miembros de esta Organización,

Deplorando también el aumento de los actos de violencia, producidos en todos y cada uno de los países miembros, en contra de civiles extranjeros, residentes o de paso, con resultados desde heridas leves hasta muertes,

Considerando la tendencia globalizadora de nuestro mundo, la que continúa actuando con un aumento explosivo,

Considerando la naturaleza y orígenes comunes de nuestro mundo occidental, producto de una historia común y una globalización arrolladora,

Actuando en virtud de la Carta de las Naciones Unidas,

Ha decidido emitir la siguiente resolución, decisión que deberá ser acatada por todos y cada uno de los países miembros de esta Organización.

1. Cada país deberá aportar anualmente a la Organización de las Naciones Unidas una cantidad de dólares equivalente al tres por ciento de su producto interno bruto, la que será utilizada para aumentar las Fuerzas Internacionales de Paz en un quinientos por ciento.

2. En un plazo máximo de cinco años, cada país deberá haber eliminado sus ejércitos y fuerzas armadas, pudiendo sólo mantener activo el personal necesario para asegurar el orden interno (policías internas).

3. El personal activo en las fuerzas armadas de cada país que desee seguir operando tendrá opciones privilegiadas para pertenecer a las Fuerzas de Paz de las Naciones Unidas.

Entre otros factores considerados en esta decisión, se encuentran los aportados por el representante ante la Organización de la República X, cuya carta se anexa a continuación.

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Sr. Presidente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

Me dirijo a usted para expresar el sentimiento de mi país hacia los últimos hechos ocurridos en nuestro mundo occidental y estoy seguro de representar a la totalidad de los países miembros de nuestra Organización de las Naciones Unidas.

Las tendencias globalizadoras que actualmente están dirigiendo los destinos de nuestras naciones está produciendo (en general) dos clases de reacciones en los ciudadanos de nuestros pueblos:

En primer lugar, están los ciudadanos que aceptan incondicionalmente estas tendencias y que se alegran de tener acceso y ser parte de un mundo occidental cada vez más global.

En segundo lugar están los nacionalistas, aquellos ciudadanos que desean a toda costa, mantener su estilo de vida tradicional y fuertemente inculcado en sus culturas.

Una gran parte de este segundo grupo de ciudadanos está comenzando a aceptar los actos violentos como la última alternativa a mantener viva su cultura. Es este el origen de todos los problemas de violencias, racismos y fanatismos que están afectando a nuestros pacíficos países. Es claro que ambas tendencias o tipos de reacciones no van a poder seguir coexistiendo por mucho tiempo más sin terminar en guerras civiles en nuestras naciones. En conjunto a nuestro Presidente y nuestro Gabinete tenemos la siguiente propuesta, la que ofrecemos a su Consejo de Seguridad para ser considerada durante la siguiente sesión:

Proponemos que gradualmente cada país participante en la ONU disminuya su poderío militar en favor de un aumento de las Fuerzas de Paz tan hábilmente dirigidas por su Consejo. El resultado de la disminución de los poderíos militares de cada país es claro: una gran parte de los sentimientos nacionalistas son creados por cada país como una forma de cohesionar a los pueblos en torno a un objetivo común, (y muchas veces desviarlos de otros temas más difíciles de resolver) objetivo que naturalmente se representa e idolatra en los militares, aquellos individuos que nuestros pueblos enaltecen como los defensores de esos sentimientos nacionalistas. Disminuyendo la cantidad de militares se disminuye el objeto idolatrado y con ello el sentimiento que representan.

Por otra parte, seños Presidente del Consejo, espero tenga presente que al aumentar el poderío de las fuerzas de paz de la ONU se obtendrá justamente el resultado contrario en todos los países miembros de tal Organización. Así es, el equivalente a los sentimientos nacionalistas va a aumentar. En este caso, un sentimiento de pertenencia a un bloque del mundo occidental, una gran nación de naciones que inspire y represente el alma misma de la globalización, representada e idolatrada en los integrantes de las Fuerzas de Paz y finalmente en el presidente del Consejo de Defensa de las Naciones Unidas.

Espero que las intenciones de este documento queden lo suficientemente claras, y que se mantenga su confidencialidad. Adjunto además la carta enviada a mi persona por el señor Presidente de mi República y que explica el origen de esta propuesta. Espero pueda servirle como referencia (recuerde mantener la confidencialidad) y base de argumentos si decide presentar el tema en la próxima sesión de su Consejo.

Atentamente.

Sr. NN, representante de la República X ante el Consejo de Defensa de las Naciones Unidas.

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Memorandum Interno: CONFIDENCIAL
A:
Sr. NN, Representante ante el Consejo de Defensa de las Naciones Unidas.
Remite
Sr. PP, Presidente de la República X.

Estimado Sr. NN, de acuerdo a la última reunión sostenida junto al gabinete y con su grata presencia, me remito a estipular los objetivos perseguidos y acuerdos para que tome las acciones que Ud. considere necesarias en su cargo ante el Consejo de Defensa de las Naciones Unidas.

Seis meses faltan para la próxima elección presidencial y, en beneficio de nuestros partidos políticos y nuestra coalición, necesitamos obtener la reelección. Nuestra popularidad ha bajado considerablemente producto de la situación económica de nuestro país y de los últimos escándalos que creo innecesario recordar.

Por otra parte, de acuerdo a la información entregada por el Senador SS, antiguo miembro de nuestro partido político, y que adjunto al final de este memorandum (favor mantener confidencial) necesitamos urgentemente disminuir los gastos en defensa.

Confío plenamente en sus capacidades en estas materias y estoy seguro que encontrará la mejor solución a ambos problemas a la vez: aumento de popularidad y disminución de costos en defensa. Recuerde que una disminución en los beneficios del personal de nuestras fuerzas armadas puede provocar una baja aún más fuerte en nuestra popularidad. Por favor busque alguna solución que considere este factor y confírmela conmigo antes de tomar cualquier acción.

Atentamente,
Sr. PP, Presidente de la República X.

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Sr. PP, Presidente de la República X.
Remite: Sr. SS, Senador de la República.

Sr. Presidente:

Me atrevo a dirigirme a Ud. mediante la presente carta para colocar de manifiesto un hecho que creo puede ayudar a mejorar nuestra imagen, la que se ha visto tan dañada después de los últimos acontecimiento escandalosos de los que Ud. fue el protagonista principal.

Adjunto a esta carta una editorial aparecida hace unos días en el periódico "X día a día" y que expone las bases que argumentan mi proposición.

Debemos ofrecer al pueblo alguna medida masiva y rápida para que olviden rápidamente el escándalo con su señora esposa y aumente su popularidad. Propongo aumentos en las pensiones a los jubilados (recuerde que son más de el diez por ciento de los votantes) y bonificaciones extraordinarias a los empleados públicos (por años de servicio o alguna otra fórmula que nuestro ministro del trabajo determine).

De acuerdo a un estudio que realizamos en conjunto a nuestro Ministro de Economía, el único ítem presupuestario que podemos rebajar es el que corresponde a los gastos en defensa. Sé que hay acuerdos entre los militares y nuestro ministro de defensa, pero creo que los fines que perseguimos son más importantes que los acuerdos firmados (además él ya lleva demasiado tiempo en el cargo). Además, si considera el extracto del periódico que adjunto al final de esta carta, se percatará que el estado de ánimo de nuestro pueblo propone que es el momento justo para realizar esta acción.

Confío en su conocida sabiduría y sé que encontrará la mejor forma de llevar a cabo lo planteado. Ruego mantener confidencialidad acerca del contenido de esta carta.

Atentamente,
Sr. SS, Senador de la República X.

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"X Día a Día".
Edición de Navidad.
Diciembre 26 de 2005.

Editorial.
Estimados amigos, hoy he decidido usar una carta de un casual lector como base para esta editorial navideña. En esta carta (que adjunto al final de la editorial) nuestro amigo nos habla de sentimientos y valores; lo que me motivó a seleccionarla para esta editorial de fin de año.

Los sentimientos y valores de aceptación que propone nuestro amigo se despiertan naturalmente en estas fechas festivas, en donde estamos más abiertos a aceptarlos y nuestro estado emocional casi nos obliga a actuar de ciertas formas. ¿Por qué debemos restringir los valores de hermandad sólo a estas fechas? Propongo que iniciemos una campaña nacional que nos permita reforzar los lazos que nos unen a nuestros países vecinos, que reconozcamos en ellos a hermanos de verdad y busquemos valores en sus culturas que nos aporten a la nuestra.

Los invito a reflexionar sobre este tema y a mirar a nuestros hermanos de países vecinos todos los días con ojos navideños.

El Editor.

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Sr. Editor periódico "X Día a Día"
Remite: Sr. DD, Director del Colegio Público número NN

Estimado Sr. Director:
Me atrevo a escribir esta carta para destacar un hecho ocurrido en el Colegio a mi cargo y que creo que puede ser de interés a sus lectores.

Hace unos días un alumno de 9 años me escribió una carta en la que me comenta un hecho que me hizo reflexionar acerca de los valores de nuestros niños y de cómo éstos han cambiado con el tiempo. Al final de mi carta adjunto esta otra que me envió mi alumno. Creo que la globalización que afecta a nuestro mundo occidental está cambiando los valores de nuestra juventud de algunas formas que nosotros, los adultos, no comprendemos a cabalidad.

En este caso particular, como podrá observar en la carta adjunta, la mayoría de los jóvenes se unieron en torno a un alumno extranjero, quien estaba siendo injustamente atacado por sólo un alumno de cursos mayores y quien se ha declarado abiertamente un nacionalista extremo.

Deseo finalmente destacar los valores de nuestra juventud y aventurar un futuro mejor, un futuro en donde nos respetemos y aprendamos los unos de los otros.

Atentamente:
Sr. DD, Director del Colegio Público número NN

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Señor Director:

Hace un par de días ocurrió algo que creo que le va a interesar. A mí me impactó tanto que anoche llegué a soñar con eso. Después de contarle a mi papá mi sueño de anoche y lo que ocurrió en el colegio antes, él me convenció de escribirle a usted esta carta.

Sucede que el día lunes pasado llegué temprano al colegio y me quedé mirando desde la esquina esperando que apareciera algún amigo antes de entrar a mi sala y aburrirme solo. Mientras esperaba vi que llegaba un alumno de cursos mayores y se sentaba en la entrada también a esperar a alguien.

Después apareció Manuel, el alumno extranjero de la República "Y". ¿Lo recuerda cierto? Bueno, resulta que el alumno mayor se levanta y le dice algo como "A ti te estaba esperando!" y comienza a pegarle sin ningún motivo. Justo en ese momento aparecieron mis amigos del curso y entre todos detuvimos la injusticia.

¿Sabe señor Director? Fue justo en ese momento en que me di cuenta que nuestro compañero extranjero es realmente extranjero. No sé si entiende lo que quiero decir. Es que yo nunca había pensado que ser extranjero es ser diferente. Todo lo contrario, yo lo encuentro un tipo genial y que tiene historias y costumbres que usted ni se imaginaría.

Como le decía hace un rato, fue justo en el momento en que logramos separarlos en que me di cuenta que había algo diferente en él y comencé a averiguar por qué alguien casi adulto podría odiar a un tipo tan genial como Manuel. Mi abuelo me comentó acerca de problemas en las fronteras e incluso de guerras que han ocurrido entre nuestros países. Imagínese, gente de nosotros matando a gente de ellos cuando para mí, hasta ese momento, ellos y nosotros éramos exactamente lo mismo. Me decepcioné, y lloré a mares (por favor que nadie se entere de esto) hasta que mi mamá me consoló diciéndome que todo eso un día va a cambiar y que, cuando yo sea grande, voy a poder actuar para que esas cosas no ocurran más.

Quizá podría ser Director de algún Colegio para impulsar esas ideas en los niños, o podría ser Editor de algún periódico para publicar noticias que alienten ese comportamiento, quizá hasta podría ser Senador de la República para crear leyes que promuevan la integración con nuestros vecinos, y quizá hasta pueda ser Presidente de la República para motivar a nuestra gente a respetar a los vecinos, y podría mejor representar a nuestro país ante organismos internacionales para que la idea se esparciera entre todos nuestros vecinos de una vez, y quizá podría hasta dirigir alguna de estas organizaciones internacionales que intentan ordenar a los diferentes países. Bueno, creo que haciendo alguna de esas cosas, cuando sea un adulto, voy a poder ayudar a que todo nuestro mundo pueda vivir un poco mejor.

Ahora le cuento mi sueño: Mis deseos de igualdad y respeto llegaban de alguna forma hasta los adultos que toman las más importantes decisiones, y ellos se daban cuenta que para que no existieran más guerras lo único que se necesitaba era que los países no tuvieran ejércitos y empezaran así a quererse más entre ellos.

De verdad espero que en algún día (sé que será muy lejano) mi sueño se haga realidad y no necesitemos defendernos de aquellos que se defienden de nosotros.

Hasta el lunes y por favor converse con Manuel porque quedó muy triste, a pesar de que entre todos le tratamos de levantar el ánimo.

Se despide cariñosamente:
Pablito.

Jota