Escapar al viento como la nada
Develando el misterio de la vida,
Así, dejando por un instante mi cuerpo
Y ocupar el lugar de la sombra.
Late furibundo mi corazón
Que dibuja rastros de calma ausente,
Que son huellas de solo apariencia
Que como dagas rellenan mi carne.
Vacilan mis sentidos, ya extraviados.
Se aliena mi mente por ideas expelidas,
Vagando ya sin uso, crudas y malogradas
Que subyacen mi propia existencia
Estando cerca de mí, como testigos,
Me hacen deslizar palabras y hechos
Que nublan a los silencios, mis preferidos.
Brota en mi interior amor a raudales,
Que buscan dueñas, pero solo hallan quietud.
Vomito mentiras no dichas a tiempo
Y un fino remordimiento me invade por esto.
Entonces solo enuncio verdades parciales;
Mías, pero ya tuyas, y así se hacen infames.
Me estremecen miedos a la quimera, al engaño,
Y así toda felicidad se hace necia, sin sustento.
Así discurren estos vulgares momentos,
De plenitud no alcanzada, de pura decadencia.
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